jueves, 29 de octubre de 2009

Disparar a matar...


29/10/09


- Canuto, ¿has oído eso?

Sí.

Pero no le salen las palabras.

- Estaban hablando de ese chico.

A Sirius le pitan un poco los oídos. Un poco. Como si fuera a caer enfermo.

- ¿Qué?

Y de pronto está sudando y es como si todo lo que dice James llegara de muy lejos, realmente muy, muy lejos. Le cuesta prestar atención.

- Ese chico del que Remus está enamorado, ¿no lo has oído?

Sí.

Sí, lo ha oído. No sabe por qué porque preferiría no haberlo hecho pero lo ha oído perfectamente.

- Sirius, ¿te quieres mover?

No.

Quiere quedarse allí, quieto, tan quieto que no tenga que respirar, ni volver a hacer nada, o a sentir nada. Se le ha revuelto el estómago o eso cree porque nunca le había pasado antes. Se comió un pavo entero una vez en navidad y no sintió nauseas. Ahora cree que podría vomitar. Vomitarle a alguien, si es posible. A Remus, probablemente.

O casi mejor a ese chico del que hablaba Remus con Lily. No deja de escucharles. En su mente. Las tres frases que ha oído le dan vueltas.

- Le quieres – dice Lily. – Díselo, Remus. Sé sincero.

- ¿Y si...?

- Remus –le interrumpe-, no tienes por qué conformarte con una relación basada en el sexo. Así que no te conformes. Te mereces más de lo que tienes ahora.

Más que él.

Sí, claro. Claro, sí. Remus se merece lo que él quiera. No solo sexo. Claro. Sí. Y le quiere, a alguien. Bueno, a un chico. ¿Y por qué va a conformarse con sexo con Sirius cuando podría tener algo más con otro? Lily tiene razón, qué tontería.

- Canuto, joder, ¿vamos o no vamos?

- No.

Sale de la capa sin preocuparse de que alguien pueda verle. Le arde el pecho. Un dolor, una presión dolorosa. Tan dolorosa de hecho, que no para de gemir, que le amenaza con hacerle añicos por dentro, hasta que Sirius reacciona y convierte ese dolor en la única sensación con la que está acostumbrado a enfrentarse.

Rabia.

Así que Remus quiere a otro. No sabe quién. Daniel, probablemente. Así que solo sexo. Quería hablar con él, antes del partido. Probablemente para decirle "ha estado bien, me encantaría que siguiéramos siendo amigos pero no podría conformarme contigo, Sirius, compréndelo".

Sí, claro.

La rabia le asfixia, como una enfermedad vírica. Sirius es inestable en condiciones normales. Sentirse engañado por Remus no son condiciones normales, sino un estado de excepción sin precedentes.


Marauders!Crack by Irati.



**El fragmento, aunque lo parezca, no está escogido a propósito, ha coincidido, te lo juro.**

1 comentario:

Leo dijo...

Te ha consumido media tarde esta actualizacion del blog, que no? xD

Jajaj!

Besos cariñet!!! (K)(K)

Te quiero mucho!!!