miércoles, 23 de diciembre de 2009

Canícula...


22/12/09


Todo en Hogwarts bulle de actividad navideña. Remus deja los libros en la cama y se tumba a descansar boca abajo, sonriendo para sí cuando escucha que Sirius tararea los hipogrifos van a Belén. Parece contento por el enfrentamiento navideño. Silba villancicos, y Remus piensa que debería tomarle el pelo porque nunca está tan animado y "los hipogrifos van a Belén" merece al menos una broma. Aunque sea pequeñita.

No la hace.

Porque se da la vuelta y le mira, se le quitan las ganas de hablar. Solo quiere seguir mirándole. Mientras se cambia de ropa y busca el "maldito tabaco" murmurando "poron pon pon pon". Se saca el jersey con fuerza y con el jersey sale también la camiseta. Se quita las botas con los pies, las lanza a diferentes rincones del cuarto, coge una camisa negra, la huele, se abrocha solo dos botones. Se rasca la tripa. Murmura "¿has visto mi tabaco?" pero lo encuentra enseguida, metido en unos vaqueros sucios. Entonces busca el mechero, metiendo las manos en el bolsillo del pantalón. La cintura le queda holgada, cuando mete las manos, el pantalón baja un poco, deja al descubierto algo de insinuante vello oscuro. A Remus se le seca la boca. Finalmente, encuentra el encendedor debajo de la ropa, un zippo recargable de plata que siempre pierde pero siempre encuentra. Se mete las manos en el pelo, se lleva un cigarro a la boca. El encendedor no le da fuego, se ha quedado sin gasolina. "Coño" masculla, con el cigarrillo apagado, "es una conspiración".

- Confiesa, licántropo. Alguien no quiere que fume.

Camisa abierta, omoplatos al descubierto, vaquero sin calzoncillos, cigarrillo en la boca, la voz algo ronca de tanto gritar a los críos. El león en su guarida, echándose el pelo hacia atrás con una sacudida de los hombros. Le llama "licántropo", suena como un delicioso insulto. El cuerpo de Remus reacciona con violencia. La erección es repentina. Dura y gruesa en un segundo.

- Joder, Sirius.

Pregunta "joder ¿qué?" pero tiene su respuesta en cuanto baja la mirada. Le mira un buen rato y cuanto más le mira Remus respira peor, se siente más fuera de control. Cuando la habitación está tan cargada de electricidad que amenaza con estallar, Sirius deja el cigarrillo. Se desabrocha los dos botones de la camisa, baja la cremallera del pantalón. Pronuncia un hechizo para cerrar la puerta. Se queda de pie delante de la cama, se baja los pantalones.

- ¿Quieres fumar, Lupin?

Imposible resistirse.

- Sí.

Le baja los pantalones a mordiscos. Besa, lame, y cuando Sirius gime, succiona con más fuerza.

Los romanos concedían gran importancia a la época del año en la que Sirio dominaba la bóveda celeste. Eran los meses más calurosos, bajo el influjo del Gran Perro celeste. Los poetas latinos hablan siempre de ella, la feroz canícula. Remus no sabe, sencillamente no sabe resistirse a su abrasadora influencia. Le hacen perder el control, la luna una vez al mes y la estrella, siempre que hace acto de presencia.


Marauders!Crack by Irati.



Este fragmento es anterior a actualizaciones bloggeras anteriores, pero es que me lo guardaba para estas fechas, porque es muy navideño. Bueno, es navideña la parte en que Sirius canta villancicos, lo otro se puede hacer sin que sea Navidad... xD. Pff... La reacción de Remus es tan como lo que yo suelo decir siempre... *babea* En fin xD. Que me lío, me lío... xD

En la foto, Sirio, la estrella más brillante del firmamento. Situada en la constelación del Can Mayor, que está a su vez situada bajo Orión. Son constelaciones preciosas incluso a simple vista. Y bueno, vi por primera vez en mi vida a Sirius en la excursión de Astronomía, y suena friki, pero yo quería verla por él... *enrojece*.



¡¡¡¡¡Muchíííísimas felicidades, Iris!!!!! Gracias por la invitación, tenía muchas ganas de verte después de dos años sin saber de ti más que en un par de ocasiones. Ha sido genial. Muchos besitos a vosotr@s también =).



Ya han acabado las clases, ahora a estudiar mucho... que los exámenes están ahí prácticamente...

Cuenta conmigo...


19/12/09


Remus estudia en una mesa apartada de la sección central de la biblioteca. Tiene varios libros sobre la mesa pero el que está leyendo parece una de sus novelas muggles. Nada que ver con deberes. James se acerca sin hacer ruido, pero aún así la bibliotecaria le reprende con una mirada, como si le advirtiera "le echaré sin contemplaciones, Potter". Su fama le precede, ésa es la verdad.

- Eh, Lunático.

Se sienta junto a él en la mesa.

- Hola, James. Lily ha salido hace un rato.

- Sí, ya sé, no he venido a eso.

Repentinamente interesado, Remus deja el libro y le escucha con toda su atención. Murmurando "debe ser importante para haber venido hasta la biblioteca". Está abrigado hasta el absurdo, a pesar de que la biblioteca tiene la calefacción encendida. Caen unos copos de nieve enormes al otro lado de la ventana.

- Verás, ¿te acuerdas – susurra James- cuando tuvimos que investigar para lo de, ya sabes- "animago", murmura aún más bajo- y nos pasábamos el día leyendo libros aburridísimos? – Remus asiente, parece divertido por el recuerdo. – Bueno, me toco leer todo aquel tocho sobre Pociones transformadoras y encontré aquel libro, ¿sabes? El de "Cincuenta antídotos Casi Infalibles, Mil Pociones Peligrosas y otras Mil Que Ni Siquiera Deberían Existir".

Remus lo recuerda y asiente. Así que James continúa.

- Pues encontré una poción prohibida para que … - mira en todas direcciones para asegurarse de que no venga nadie y se acerca un poco más a Remus-… para que "Se Venguen Los Ultrajados", se llamaba. Y básicamente digamos que yo podría prepararla si quisiera que a alguien se le cayera a trozos y no estoy hablando del pelo de la cabeza, precisamente. O en caso de que te parezca una pérdida valiosa, siempre podría hacer que le picara durante tres meses seguidos. Es brillante, ni siquiera existe un contra hechizo.

En realidad, Remus lo sabe antes de preguntarlo pero no se esperaba la revelación de que su secreto ya no es un secreto, así que lo pregunta de todos modos.

- ¿Y contra quien querría yo usar este singular encantamiento?

La mirada de James es como ha sido siempre, clara y limpia. Demasiado noble para alguien que se ofrece a ejecutar desagradables hechizos prohibidos. Es franca y directa y dice con menos esfuerzo que las palabras lo que James está intentando decir.

- La acabará jodiendo, Remus. No será a propósito – aventura, aunque luego añade, "probablemente". - Pero la acabará jodiendo. Solo quería que supieras que todavía recuerdo el hechizo. Por si te hace falta.

Es su manera de expresar "lo sé, Remus". Su manera de decir, "lo entiendo, Remus". Y finalmente, tal vez lo más importante, "me parece bien, Remus".

- Lo tendré en cuenta. Por si acaso.

- Vale. Guay.

Se levanta haciendo chirriar ligeramente la silla y el "ssshhhh" de la bibliotecaria tiene cierto deje asesino. James se disculpa con esa sonrisa de niño bueno y deja la silla en su sitio. Se gira cuando Remus le llama.

-¿Y si la jodo yo?

- Nos conocemos, tío – dice antes de irse. - Algo habrá hecho él primero.

A veces Remus cree que deberían embotellar a James. Coger esa honestidad, preservar toda esa nobleza en la que no se adivina ni una sola fisura. Guardarlo así para que en el futuro cuando la gente hable de él diga, "ah, sí, el bueno de Cornamenta". Y lo digan con una sonrisa, satisfechos de haberle conocido. Es curioso. Remus ni siquiera sabía que estaba esperando su aprobación y ahora que la tiene el día parece más liviano, menos invernal.

Bendito sea, dirán los que le conocieron cuando le recuerden, el bueno de James Potter.


Marauders!Crack by Irati.






Ya sé que puedo contar contigo =). Y tú conmigo también. Para lo que sea =).






Quiero verte ya, me muero porque llegue el verano que viene...



La foto, se ve super pequeñita, pero me encanta ese icono, me río cada vez que lo veo xD.

lunes, 14 de diciembre de 2009

El vacío y la nada...


Hoy os traigo una conferencia de Álvaro de Rújula, titulada "El vacío y la nada", que a mí me encantó oír en directo. Es de física, pero tan bien explicada, y el señor habla tan bien, que merece la pena leerla y pararse un poquito a reflexionar y a intentar entender sobre todo, sobre lo que dice aunque uno sea de letras. Este hombre viene desde Ginebra, desde el CERN, es físico teórico, y una de las primeras cosas que nos dice es que él recuerda exactamente cuándo murió el último de los dinosaurios: el 20 de noviembre de 1975. =D Con todos vosotros, Álvaro de Rújula.

-----

"EL VACÍO Y LA NADA" - ÁLVARO DE RÚJULA

Saquemos los muebles de la habitación, apaguemos las luces y vayámonos. Sellemos el recinto, enfriemos las paredes al cero absoluto y extraigamos hasta la última molécula de aire, de modo que dentro no quede nada. ¿Nada? No, estrictamente hablando lo que hemos preparado es un volumen lleno de vacío. Y digo lleno con propiedad. Quizás el segundo más sorprendente descubrimiento de la física es que el vacío, aparentemente, no es la nada, sino una substancia. Aunque no como las otras…

A inicios del pasado siglo, Einstein creía que el Universo era estático. Preocupado por el hecho de que tendría que colapsarse -debido a la atracción gravitatoria de cada galaxia sobre las demás- se le ocurrió una peregrina idea: añadir a sus ecuaciones la Constante Cosmólogica. La interpretación moderna de esta extraña intrusa es que se trata de la densidad de energía del vacío, también llamada energía oscura, quizás para acercar ciencia y ficción, o quintaesencia, para darle un toque alquimista a la cosa. Todo lo que tiene energía ejerce una acción gravitatoria, pero la energía del vacío, a diferencia de cualquier otra, puede ser repelente. Lo que Einstein proponía es que dos volúmenes de vacío cósmico se repelerían exactamente tanto como se atraen las galaxias que contienen, resultando en un equilibrio difícil de creer e inestable.

Un buen día Einstein se enteró de que el universo estaba en expansión. Así lo demostraba la fuga de las galaxias, observada por Edwin Hubble y otros. O más bien por otros y Hubble: a menudo en la ciencia lo importante no es ser el primero, sino el último, que es quien se lleva la fama (como en otros campos; véanse Colón y los vikingos, o los indios que ya estaban allí). Inmediatamente, el tío Albert calificó su idea como el mayor patinazo de su vida.

Recientes observaciones cosmológicas indican que el universo está en expansión acelerada. Las galaxias no se comportan como flechas, sino como cohetes a los que algo empujara. La analogía no es buena, porque el concepto es difícil. Las galaxias no se fugan, están ya estabilizadas por su propia gravedad y tienen un tamaño fijo. Pero el espacio (o el vacío) entre ellas, se estira. Es como si alguien tomase la Tierra por un globo y la inflara: mañana estaría Barcelona aún más lejos de Huelva. Quién infla el universo sería la densidad de energía del vacío. El vacío sería pues una substancia activa, capaz de ejercer una repulsión gravitacional, incluso sobre sí mismo. No fue un error, sino un golazo de Einstein.

La Constante Cosmológica presenta un aspecto tranquilizante. Si domina la dinámica del universo ahora, lo hará en el futuro durante muchísimo más tiempo que los meros 14.000 millones de años transcurridos desde que este cosmos nuestro nació. Un bebé bien pertrechado, con sus propios espacio y tiempo y hasta su propio vacío, que -según la muy bien confirmada relatividad de Einstein- nacieron con él. La actual inflación del universo implica, perdóneseme el galicismo, que no se nos va a caer el cielo encima. Mala noticia para futuros cosmólogos. Las galaxias distantes estarán tan lejos que no podrán ni verlas. Tendrán que estudiar cosmología en libros de historia.

Si el vacío contiene algo de lo que no lo podemos vaciar (su densidad de energía), quizás ese algo pueda hacer algo más. Al menos eso supusieron, hace décadas ya, Peter Higgs y otros. U otros y Higgs, podría de nuevo argüirse; lo que no haré. La substancia del vacío, llamada en el variopinto lenguaje de los físicos un campo que lo permea, podría interaccionar con las partículas que allí estén. E interaccionar de modo distinto con cada tipo de partícula, generando así sus masas, que hacen que sean como son. Ése es el origen de las masas en el Modelo Estándar de las partículas elementales, que explica con éxito insoportable sus otras propiedades e interacciones no gravitatorias. Dije insoportable porque a los científicos nos soliviantan más las preguntas que las respuestas.

La substancia del vacío daría así contestación a dos muy candentes cuestiones de la física, una en el extremo de lo más grande -el cosmos- y otra en el de lo más diminuto, las partículas elementales que -por definición- son tan pequeñas que, si tienen partes, no lo sabemos.

He empleado algunos condicionales porque no todo lo que he escrito está ya probado observacionalmente de manera irrefutable. ¿Por dónde van hoy los tiros? Los cosmólogos tienen proyectadas muchas observaciones para averiguar si la expansión acelerada del universo se debe a la energía del vacío, tal como la intuyó Einstein, o a algo que sólo se le parece. Los particuleros están poniendo en marcha el Large Hadron Collider (LHC) del CERN para, entre otras razones, estudiar el vacío a lo bestia: sacudiéndolo.

Al sacudir una substancia cualquiera, vibra. Las vibraciones de campos eléctricos y magnéticos, por ejemplo, son la luz. A un nivel elemental, las vibraciones son cuantos, entes que pueden comportarse como ondas (u olas) o como partículas (o canicas): fotones, en el caso de la luz. Si el vacío es una substancia, la podemos también hacer vibrar. Basta sacudirla, como hará el LHC, con energía suficiente como para transformar la energía de sus colisiones en partículas de Higgs que, si existen, tienen una masa elevada… y E=mc2, alguien dijo.

La partícula de Higgs -el vacilón, podría decirse en castellano- es una vibración del vacío, no en el vacío, como las demás. Sería, pues, lo nunca visto. Aún así, Higgs preferiría que no bautizasen a su partícula goddamned particle [partícula maldita] o God particle [partícula divina], adjetivos poco científicos.

El vacío siempre fascinó a los físicos. Hace un siglo se trataba del éter, la interpretación del vacío como la trama del espacio absoluto, que la teoría de la relatividad envió al garete. El éter no estaba apoyado por ninguna teoría decente. Un siglo después, las nuevas teorías del vacío son lo más razonable y mejor comprobado que tenemos. Pero hay un pequeño gazapo en lo que he dicho. Creemos entender el Modelo Estándar suficientemente bien como para estimar cuánto el campo de Higgs debería de contribuir a la densidad de energía del vacío observada por los cosmólogos. El resultado es unos 54 (¡cincuenta y cuatro!) órdenes de magnitud superior a las observaciones. Tiene su mérito incurrir en tamaña contradicción.

Si investigamos es porque no sabemos la respuesta y la naturaleza, sí: las cosas son como son. El vacío es lo que mejor no entendemos. Ni siquiera comprendemos aún a fondo la diferencia -haberla hayla- entre el vacío y la nada.

-----

Me encantó.

La foto, una bonita definición del vacío. O de la nada =).

domingo, 13 de diciembre de 2009

Lucero del Alba...


Primero fue algo minúsculo, ínfimo, casi inexistente, que daba miedo mirar por si desaparecía, por si ya no se volvía a ver. Partículas diminutas aglomerándose, formando cúmulos indefinidos, amorfos, carentes de belleza. Pero poco a poco, estas agrupaciones fueron unidas a su vez. Fueron chocando, interaccionaron unas con otras, y, de repente, se fundieron en una sola cosa. Algo con mucha energía, con tanto calor acumulado que parecía que fuera a derretirse, denso. Y, sin más, estalló. Como un fogonazo, una enorme explosión. De pronto, un halo de materia, como si de una ola se tratase, comenzó a avanzar y avanzar, no podía detenerse, avanzaba infinitamente. Formó estrellas, planetas, sistemas solares, galaxias… Finalmente, teníamos, ante nosotros, algo maravilloso, increíble. El Universo…



Y seguimos en expansión...


La foto, la Vía Láctea, preciosa, fantástica, fotografiada, tras años de trabajo, por el satélite Spitzer, en el infrarrojo, y gracias a los astrónomos (matemáticos y físicos) y a los ingenieros que hicieron posible su puesta en órbita. El cacharro rotaba sobre sí mismo, fotografiando cada trozo de galaxia. Se ha tardado bastante tiempo en superponer todas las imágenes y obtener algo como lo que veis en la foto, pero parece que ha valido la pena. Spitzer es un satélite artificial que nos ha permitido comprobar que vivimos dentro de algo bellísimo.

Como la foto no se ve bien porque la calidad de las subidas de Blogger no es mala, sino pésima, aquí os dejo el link a las imágenes, que merecen ser vistas. Yo las vi en clase de Astronomía el jueves y me pusieron los pelos de punta. Son apreciables un montón de cúmulos estelares, (“globular clusters” para los que quieran que el Señor Google les busque fotos bonitas), que son una pasada.




Por cierto, no es que sea una friki-física (que lo soy, para qué vamos a engañarnos), pero es que la actualización me sale del alma. Y además, va por una persona muy especial a quien le encanta todo esto y hubiese sido feliz estudiando mi carrera, pero no pudo en su época.


Porque es absolutamente asombroso que el que Einstein creyó su mayor error, sea ahora lo que mueve a la Física…



¡¡Cómo me lo pasé ayer por la noche!! Vi a Sirius por primera vez en mi vida. Fue increíble. Quiero repetir excursión al Observatorio Astronómico ya. Vi Júpiter y los satélites galileanos, Marte como si estuviera a un tiro de piedra, Neptuno, Orión (precioso), Tauro, Géminis, los Canes, las Pléyades, la Cruz del Norte, las Osas… ¡una lluvia de estrellas! (L). Qué gran compañía, chicos.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

"Mi última carta: me fusilan hoy."


'Vivir a muerte' reúne misivas de resistentes franceses condenados a la pena capital.

JACINTO ANTÓN - Barcelona - 08/12/2009

-----

¿Qué escribiríamos si supiéramos que nos van a fusilar dentro de unas horas? ¿Qué mensajes dejar a los seres queridos, al mundo, a la posteridad? ¿Qué horrores de esos momentos postreros conjuraríamos, qué cuentas trataríamos de ajustar con la vida, qué arrepentimientos, despedidas, recuerdos o desafíos plasmaríamos en el papel? ¿Cómo sería nuestra última carta? "A las 4 me van a fusilar. Si vieras lo calmado que estoy, mamá querida", escribió Robert Busillet, de 19 años, en la prisión de Fresnes en 1941. "Vive, tienes que vivir", anotó otro reo para su amada antes de caer bajo las balas de los nazis. "No tengo miedo, no es mi costumbre", fue el último, valiente mensaje a su familia del rehén Michel Dabat, abatido por el pelotón de fusilamiento en Nantes. Vivir a muerte (Barril & Barral, 2009), un libro conmovedor, imposible de leer sin que en más de una ocasión se inunden los ojos de lágrimas -"voy a llevar en el pecho vuestras fotos para que me acompañen en el ataúd", "mi alegría más grande sería que pensaras en mí lo menos posible y que rehagas tu vida", "besos grandes, besos como sólo podemos dar cuando son los últimos", "me gustaría que cuando el niño fuera mayor le habléis mucho de mí", "no te olvides de mis zapatos, los llevé a arreglar, se los das a Maurice"-, recoge un centenar de cartas de resistentes de Francia, franceses y extranjeros -hay un español-, que sufrieron la pena capital, la mayoría fusilados por los nazis (muchos como rehenes), aunque alguno en la guillotina o decapitado por hacha en Alemania. Dos son de mujeres. Todas fueron escritas entre 1941 y 1944.

Las cartas, un camposanto de vidas truncadas donde aletea aún el eco terrible del tiro de gracia y por el que uno discurre atribulado hasta el quebranto, están todas documentadas en el libro, con el nombre del remitente y una semblanza biográfica. Desprenden los textos, escritos en la situación más angustiosa y límite que puede afrontar un ser humano, un torbellino de emociones: amor, coraje, esperanza, orgullo, ternura. También, una urgencia, lógica, y una implícita mirada al gran misterio de la muerte.

La mayoría de los condenados se disculpa por el dolor que, involuntariamente, va a causar a sus seres queridos. Tratan de tranquilizarlos, mostrando valor, resignación, serenidad o sosiego. Deseamos que fuera eso lo que en realidad sentían. "No he sufrido antes y ya no más después, por supuesto", "pasamos el tiempo contando chistes", "siempre soñé, mira tú por dónde, morir de pie un día en que el sol brillara". La última frase la escribe Fernand Zelnikov, empleado de peletería parisiense de origen judío ruso, que participó en varios atentados contra soldados alemanes. Por su parte, el rehén Bernard Grinbaum anota poco antes de ser pasado por las armas, con lermontoviano desdén: "Bah, no importa".

Es una constante en los hombres con pareja pedir a ésta que rehaga su vida: "Te deseo que encuentres un buen proletario digno de ti", escribe a su mujer el tornero comunista y combatiente clandestino Maurice, que reconoce: "Es duro decir esto porque estoy celoso aun ante la muerte".
El humor y la ironía brillan por su ausencia; en cambio, abundan el patriotismo y la religión. Hay reos de todas las clases sociales y profesiones, incluso un abad. Las cartas son remitidas por las autoridades después de la ejecución. Una del libro lleva un mensaje secreto en código. Varias son enviadas clandestinamente, incluso lanzadas por encima de los muros de la cárcel.

En algunas cartas leemos desesperación, rabia, miedo, odio o afán de revancha. "Vengadme", escribe el judío Simon Fryd, que ha atacado con granadas a un destacamento de la Wehrmacht. Otros perdonan; Émile Bertrand escribe: "He cumplido con mi deber, sólo siento, y de todo corazón, haber matado". Guy Môquet, detenido por pegar carteles y al que fusilan con 17 años, escribe a su Odette: "Siento no haber podido tener lo que me prometiste". No es el más joven. Henri Fertet cuenta 16, pero mucho valor: "No quiero venda en los ojos ni que me aten".

Pese a que todos tratan piadosamente de hurtar los detalles escabrosos, en algunas misivas se percibe la provisionalidad atroz de las últimas horas: "Te escribo de pie, a la luz que pasa a través de la mirilla"; "mi escritura es quizá un poco temblorosa, pero es que tengo un lápiz muy pequeño"; "te escribo sobre un cubo nauseabundo"; "sed fuertes como lo seré yo cuando las balas me sacudan"; "vienen a buscarnos".

Se traslucen dudas: "Creo que voy a morir con valor", "creo que todo irá bien" (!) "y sabré morir como un hombre"; "tengo mucho coraje, pero estoy un poco nervioso". Algunos tratan de ser prácticos: "Dejo mi chaqueta de cuero, trata de recuperarla". Uno incluso recuerda devolver los volúmenes de La Pléiade prestados. "Haz editar mis poemas", escribe el líder partisano de origen armenio Missak Manouchian. Hay verdaderos testamentos. Otros filosofan. Predomina la contención pero hay anotaciones desgarradoras: "Hallaré valor pensando en tu amor"; "sabes que alguna vez hemos discutido, pero te quería mucho". "Un último largo, largo beso en tus labios", escribe el maquisard Paul Meyer a su mujer. Y otro a la suya: "Lamento profundamente no haberte hecho feliz".


-----

Duro, ¿eh? Bufff... Yo he llorado como una magdalena cuando lo he leído. Pero necesitaba colgarlo. Qué hartazón de lágrimas. La cruda realidad, señores.

Continúa:

-----


Palabras desde el paredón:

- "Te ruego que de vez en cuando te acuerdes de nuestro amor".

- "Voy hacia la muerte como a una nueva aventura".

- "Sé feliz en los brazos de otro".

- "Siempre soñé, mira tú por dónde, morir de pie un día en que el sol brillase".

- "Siempre he tenido tanto, tanto miedo a morir".

- "A la tumba, cuando vengáis, traedme sólo flores rojas".

- "Perdonadme las faltas de ortografía".


-----

Increíble.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Ante todo, claridad...


6/12/09


Si no lo pregunta revienta.

- O sea -susurra. - ¿Me estás diciendo que Remus y Sirius son novios?

- Novio es cuando te vas a casar. No creo que se vayan a casar, tío.

Ah.

Sigue tamborileando.

- Pero... mmm...

- ¿Qué?

- ¿Se acuestan juntos?

James se sube las gafas.

- Ya te dije que sí.

- Ya. Claro.

Claro, claro.

- ¿A ti no te pasa, no?

James contiene la risa.

- ¿Qué?

- No sé, es que a Sirius le gustaban mucho las chicas y en fin, ¡yo qué sé!

La bibliotecaria hace callar a James con un severo "¡ssssshhh!"- Tranquilo, Pete, no voy a meterme en tu cama. Y ellos tampoco. Se pone de nuevo con su redacción. Peter tiene más preguntas. Desde cuándo, cómo es que si a Sirius le gustan las chicas ahora le guste un chico, qué es exactamente lo que hacen, si es contagioso, si lo hacen mientras ellos santa maría están en la habitación. Pero a James le parece bien, así que se supone que está bien. Aunque vaya, como raro es raro de narices.

- Peter.

- ¿Qué?

- Solo son Sirius y Remus, ¿vale?

Vale.

Sí, vale.


Marauders!Crack by Irati.







Las noches se me hacen demasiado cortas...
** "El tiempo no existe, los relojes sí." (Eso es lo que reza la foto de arriba, para quien ni siquiera intuya el italiano). **

domingo, 6 de diciembre de 2009

¿Quiénes si no...?


3/12/09


James siempre ha sabido que Sirius y Remus también eran amigos.

Pero de otra manera.

Cuando Filch empezó a decir día y noche aquello de "¡ustedes siempre merodeando! ¡Merodeando como animales, a ver qué maldad pueden cometer!", la gente empezó a llamarles "merodeadores" y empezaron a ser populares y empezaron a levantar ciertas envidias. Así que alguien debió pensar que era más fácil atacar a Remus que a ninguno de los otros. Naturalmente él nunca se había metido en una pelea y decía "qué barbaridad" cada vez que Sirius y James aparecían amoratados y doloridos. Pero las peleas se cruzaron en su camino y James recuerda ahora la desproporcionada reacción de Sirius la primera vez que la señorita Pomfrey tuvo que arreglarle la nariz a Remus. Se pasó media hora gritando "¡esos cabrones!" y juró que haría poción rompehuesos para ellos y les hechizó las camas para que les picaran durante toda la noche. Sirius arrinconó uno a uno a los responsables de aquella nariz rota y les amenazó uno a uno y solo para que no olvidaran con quien se metían si se metían con Remus Lupin les regaló un ojo morado. Uno a uno.

La diferencia siempre ha estado ahí. Sirius nunca ha reñido a Remus y, nunca ha querido pelearse con él. Lo que ha hecho ha sido interponerse siempre, entre Remus y los puñetazos que iban dirigidos a él.

Sirius fue quien propuso violar la ley mágica y transformarles en animago. Fue el primero que se animó a buscar los pasadizos hasta la casa de los gritos para ver a Remus durante la transformación. Después de una travesura Sirius siempre dice "no sé quién ha sido", excepto cuando sabe que ha sido Remus. Entonces dice "he sido yo, profesora McGonagall" y carga con la culpa. Remus siempre dice "no creo que sea buena idea, Sirius" pero siempre le sigue a donde quiera que vaya, diciendo "no es buena idea en absoluto" a lo largo del camino. Sirius pasó tres días sin dormir cuando dispararon a Remus en sexto y le persiguió durante todo quinto curso para que le dijera qué chica le gustaba y poder conseguirle una cita con ella. Cuando Sirius se enfada y amenaza con tirar abajo las paredes, Remus dice "ya basta" y a veces basta con eso. Para Sirius todo es "el jodido Peter", "el puto James", "el maldito colegio" y "la mierda de clases", excepto Remus, que es solo "Remus". A veces "Lupin", casi siempre Lunático. En ocasiones especiales, Sirius llega cansado del quidditch y se acuesta en la cama de Remus como si fuera suya y gruñe "¿qué estás leyendo?" y luego gruñe de nuevo, "léenos un poco".

James siempre ha sabido, y no entiende cómo no lo ha sabido antes, que no podría haber una chica que fuera tan importante para Sirius como lo eran sus amigos y en realidad, si se pone uno a pensar en ello, Remus nunca ha demostrado un interés por nadie como ese interés callado, constante y lobuno que demuestra por Sirius. Es un poco raro descubrir que todas esas veces que el tarado de Sirius decía "me estaba enrollando con Remus" realmente –cristo bendito- se estaba enrollando con Remus. Raro pero al mismo tiempo, ¿quién más podía ser?


Marauders!Crack by Irati.

martes, 1 de diciembre de 2009

La balada de John... y Sirius...


27/11/09


- Supongo que tendré que vestirme- propone. Y nada en la postura de su cuerpo indica que esté pensando precisamente en vestirse. - ¿Me echas una mano, Lupin?

Hay un segundo muy largo en el que Remus murmura algo que podría ser "bastardo". Luego la fachada de su control se fractura y se derrumba. Vuelve al pie de la cama y le devuelve su beso de buenos días con la promesa de buenas noches y buenas tardes y buenos besos, a cada vuelta de la esquina. Le tortura con una docena de besos, más cortos y más largos, algunos rápidos y profundos, otros detallados, acariciantes. Cuando Sirius cree que le tiene atrapado, Remus retira la boca y tiene que salir a buscarle. Besa impresionista, abstracto, barroco y luego se separa dejando a Sirius al borde de un gruñido. Muy despacio, avanza hacia su oído, murmura "todavía te noto dentro de mí", lamiéndole las orejas mientras lo hace. Añade, "todavía ardes". Se levanta, se lame los labios, "nos vemos luego", recupera esa apariencia inofensiva que no es más que eso. Apariencia. Un buen chico en clase y nadie, excepto Sirius, sabe que es un gamberro en la cama. Es un secreto que le hace sentirse especialmente posesivo.

Más te vale que nadie más lo sepa.

- ¿Sabes qué, Lupin? – Remus se gira con la puerta entreabierta. - Voy a ir a clase sin ropa. Creo que es muy injusto que el privilegio de contemplarme desnudo recaiga solamente en ti.

- Pues a mí me parece una buena política. Irreprochable, de hecho – Le lanza una camisa arrugada que lleva varios días en el perchero de la puerta. - Vístete, Black.

Le gusta más cuando le obliga a desvestirse. Pero agacha las orejas y obedece. Qué remedio. Fuera, está todo nevado y parece que toda esa blancura tan inmaculada es una llamada para el gamberrismo. Parece que la nieve dice "ven y písame, si te atreves". Sirius se calza las botas y sonríe. Nunca ha sabido resistirse a una provocación.


Marauders!Crack by Irati.





Ni él, ni yo.

Besos de Judas...


24/11/09


- ¡Oye, a lo mejor Remus sabe algo! Y no lo quiere decir porque Sirius no quiere que lo diga. Ya sabes cómo es. Correspondería su discreción con discreción.

- Sí. Eso me dijo cuándo le pregunté por un tío que le gusta.

Peter se pone a pensar. Tal vez, si elaborarán poción de veritaserum para Remus podrían sonsacarle a él. Tal vez no estaría muy bien pero si James quiero saberlo, tampoco sería tan terrible. Una travesura, sin más. O podría espiarle. Espiarle debajo de la capa y enterarse. Se le ocurren todo tipo de posibilidades, como orejas extensibles. Peter podría averiguar el nombre de esa chica y entonces James dejaría de parecer tan concentrado y sabría que Peter haría cualquier cosa por él y nunca le haría sentirse desplazado. Sí, si Peter descubriera cosas para él, James no miraría el mapa tan fijamente, ni murmuraría en voz baja qué demonios estabas pensando Canuto, para la mierda esa del beso.

Peter no sabe a qué beso se refiere.

- ¿A quién beso?

- ¿No lo sabes? – Se abstiene de decir que no puede saberlo porque nunca le cuentan nada. - ¡Me besó a mí!

- ¿Qué!

James se lo jura por Circe Poderosa y todos sus gnomos. Ostras, piensa Peter, y piensa en voz alta cuando dice, un poco aterrado si eso significa que ahora todos se tendrán que besar con todos.

- Primero Remus y luego Sirius, - exclama- ¡a ver si va a ser contagioso!

Y James se ríe y luego ya no se ríe. Se queda mirando el mapa, muy fijamente. Se ríe otra vez, un poco, como si hubiera pensado algo totalmente absurdo y le hubiera hecho gracia. Peter está a punto de preguntar qué es tan gracioso, cuando ve ese momento cristalizado en la cara de James Potter. Ese segundo en el que algo se precipita, un pensamiento que se dibuja en su mirada, como si viniera de muy lejos. Hace mella en su cara, frunce un poco las cejas.

- Ay, la ostia – dice, con la mirada perdida en eso que acaba de comprender y solo él puede ver. – No me jodas - murmura.

Peter pregunta ¿qué?, Peter pregunta "¿qué?", una y otra vez. Peter pregunta "qué" y luego "qué pasa" y luego, "¡pero qué pasa!". Y todo lo que James dice, metiéndose las manos en el flequillo es "ay, mi madre" y más "no me jodas".

- Será... – dice, sin acabar la frase.


Marauders!Crack by Irati.




¡¡Pues claro que es!!



(...)

Dificultades añadidas...


22/11/09


Así es como llegan a la cama más cercana, sudando y hablando y sin dejar de llamarse remus – ahí no, es la cama de James - sirius – la puerta. Y así es cómo deshacen la cama, hacen crujir el colchón, sudan las sábanas y las mezclan con la ropa. El contacto de la piel desnuda, la fricción. Sirius hechiza la puerta casi sin mirarla, para que no se pueda abrir desde fuera. Insiste en su nombre, Lunático, bésame y desnudo sobre la cama, lo único que puede hacer Remus es besarle, en la boca y en el cuello, oh sí, en el cuello, debajo de ese collar, donde todo sabe a cuero y sudor y Sirius. Le besa en sitios que no existían hasta que se le ocurrió besarlos. Las muñecas y dentro de los codos, con toda la lengua, mordiscos y lametones. Le besa dentro de las piernas, le besa en la media luna muscular de su estómago, le besa entre las piernas, hundiendo la lengua bajo las sábanas, para lamerle desde el culo, hasta los testículos y arrancarle un gemido. Le besa, le lame, le succiona con todas sus fuerzas porque le gustaría que se corriera diez mil veces antes del amanecer, y diez mil veces después de eso, dentro de la boca, o no, qué más da. Está desesperado, ardiendo, más caliente de lo que nadie –está seguro- lo ha estado jamás. Sirius levanta las caderas pero le suplica que pare.

Todavía hay algo que quiere decirle, y el lenguaje de Sirius solo conoce un modo.

- Di que no, si quieres pero no digas que no. – Le muerde la oreja y susurra quiero follarte, Lupin dentro del oído.

[...]

Sirius no deja de murmurar dime si te duele y casi no oye la respuesta, sepultada entre besos no me importa si duele. Remus se transforma en hombre lobo cada mes. Tiene una tolerancia alta para el dolor y casi está deseándolo porque el dolor le aliviaría, de algún modo. Tiene su propia mano para aliviarse pero no es suficiente. Nada es suficiente hasta que a trompicones, a base de intentos que no funcionan

para espera ¿así? mejor


Marauders!Crack by Irati.




Nos van a censurar por pornógrafas, a Irati y a mí. A Irati por crear estas cosas taaan calientes, y a mí por hacerlas públicas por doquier xD.


Pero... yo también quiero...



Qué gran noche la de ayer.
(...)


Ya colgaré las fotos xD son mortales, Dios xD, me lo pasé genial.



El fan art que hoy os cuelgo, no sé si está hecho adrede, si os gustará más o menos... pero no puedo resistir el impulso de colgarlo: Sirius lleva puesto un collar justo como el que describe Irati en el M!C (en un fragmento anterior al que os he puesto yo ahora). Tal hazaña, esta vez sí que puedo mencionar a la autora, es de maha16, que cuelga sus dibujos en DeviantArt y que tiene verdaderas preciosidades. Así que desde aquí, MIL gracias.