martes, 29 de enero de 2008

"15 años tiene mi amor"...

¡Vaya, por Dios!, los tíos que cantaban… ¡eran pedófilos!

Sí, estoy mosqueada. Y todo viene por las comeduras de cabeza en clase de Historia. Si es que a mí no se me puede poner a pensar… Y menos si luego viene Física Aplicada y seguimos hablando de lo mismo. La situación es ésta: La primera constitución en 1812, derecho de sufragio… pero masculino. Y la otra situación, ésta: ¿Quién impide o ha impedido a lo largo de toda la historia de la ciencia que ésta se desarrolle en España? ¡Vaya!, ¿cómo lo habéis adivinado? ¡La iglesia! La misma que quemaba judíos y “brujas” cuando la Inquisición, que aún seguía vigente en el siglo XIX…

Hoy me siento rebelde, me apetece rebelarme contra todo, seguir defendiendo mis derechos como mujer. En clase tengo dos compañeros que son de derechas, (bueno, igual hay más, pero que lo manifiesten, ellos). No les hables de derechos de matrimonio entre parejas del mismo sexo ni de la independencia femenina. ¿Qué pasa? ¿Qué está ocurriendo aquí? ¿Son ellos de la misma quinta (aunque no sean de edades parecidas) que los que cuando crezcan y se casen preferirán vivir en la miseria pero que su mujer no trabaje (fuera, porque en casa…) y se quede cuidando de los hijos que es lo único que “sabe hacer”? ¿Son ellos la clase de personas que son más papistas que el Papa y que lo único que hacen es hacer retroceder la sociedad con las ideas retrógradas y atrasadas que se defendían durante el franquismo? ¿Son ellos los responsables de que, como alguien célebre dijo, las mujeres tengamos que hacer el doble que los hombres para que seamos consideradas la mitad?

Mientras escribo esto, os juro que pienso en lo que se ha preguntado muchas veces en esos tests chorras que circulan por la red: “¿Te gustaría vivir en otra época?”. Pues sí, pero como un hombre, como mujer sólo viviría en ésta. ¿Y quién puede culpar a estos pobres inocentes tipos como mis compañeros de clase si el mismo Sócrates, el mismo Platón y el mismísimo Aristóteles decían que la mujer no tiene derecho al voto? ¿Qué es lo que esperamos si en la misma ciudad de Atenas era esto lo que había?

Sueno feminista al 100% pero es que la cuestión me carcome por dentro. Cito a la Biblia cuando digo que la mujer nació de la costilla del hombre para ser un igual, no de los pies para ser inferior. Tanto que dice la Iglesia de que debemos respetarnos, ¿por qué no se respeta a quien lo necesita? Nosotras, que tan desprotegidas hemos estado en la sociedad española a lo largo de los años, o las parejas del mismo sexo… ¿No dice Dios que nos creó a su imagen y semejanza? Joder, ¡pues que lo acepten y profesen la Sagrada Biblia tal y como es! Es pecado esto, es pecado lo otro… ¡Ah!, ¿sí? ¿Y no es pecado que cada dos por tres un obispo abuse de algún niño o que se oigan barbaridades como la dicha en la última aparición de uno de tantos mandamases de éstos, diciendo que si se abusa de los niños es porque ellos se dejan e incitan? ¡Venga ya! Si se trata de convencer a un país, ¡que convenzan bien!

Para nada estoy insultando a nadie, todo esto está dicho desde el más profundo respeto, porque yo sí que no peco aunque no crea, porque yo lo respeto todo, desde las ideologías más extremas hasta lo que piense un grupo de fanáticos de poca monta. Sólo hay que poner un ejemplo, más de un amigo/amiga es homosexual, más de un amigo/amiga es neonazi… Cosa que no tiene nada que ver con la hipocresía, puesto que yo respeto, pero no comparto sus ideas…

Siguiendo con el tema del sufragio (una que empieza a hablar y se va por las ramas), este año alcanzo mi mayoría de edad y ya será legal que haga muchas cosas de las que ahora también hago pero que están prohibidas por ley. Siempre he pensado que la mayoría de edad sería la liberación, el comienzo de una etapa maravillosa, pero ahora lo pienso y… ¡Madre mía!, la gente mayor de edad, ¡tiene muchas responsabilidades!

Si sois tanto menores como mayores de edad, fijaos: ¡tenemos en nuestras manos el futuro del país! Y yo que soy de las pequeñas, hasta mis 21 años no puedo votar, pero los que ya este año (porque cumplen años antes del 9 de marzo) pueden hacerlo… ¿decidirán lo que más les convenga, se dejarán influir por los de su alrededor o, simplemente, se dejarán llevar por las modas?

¿Habéis visto? Puede que por todos esos inconscientes (con todo el respeto del mundo, faltaría más…) cambie todo. Y cuando digo todo, es T-O-D-O, porque habrá más de uno y más de dos que lo joderá todo bien jodido. Cuanto a estudios que es lo que a mí me preocupa, tengo la esperanza de que haya gente con cabeza y piense en los dos programas electorales propuestos, en todo lo dicho hasta ahora sin haber hecho de veras campaña, ¿de verdad vale la pena dejarse llevar y complicarlo todo más de lo que está? Aunque si lo piensas sin dejarte llevar por tus ideologías, unos la han cagado, pero es que los otros, ¡aún lo han hecho más!

En fin, que esto es un asco, a mí no me gusta. Siento que todavía somos demasiado jóvenes. Menos mal que las últimas encuestas tiran hacia el lado en el que yo me siento aceptada tal y como soy… aunque puede cambiar todo en el último momento.

Pensadlo bien a fondo, pensad que el futuro de este país está en manos de personas como vosotros que no tiene ni idea de qué hacer con su voto y que son las encargadas de decidir por qué camino va todo esto, y decidme: Asusta, ¿eh?

Un beso, ¡hasta el próximo post!

miércoles, 23 de enero de 2008

"La última broma"...

El actor australiano Heath Ledger, de 28 años, ha sido hallado muerto en su apartamento de Manhattan (Nueva York EE UU), según ha informado esta pasada noche (hora española) el departamento de policía de Nueva York. "Fue encontrado inconsciente en su apartamento", según ha asegurado un portavoz policial. Los datos de la autopsia no han permitido determinar las causas de la muerte, según fuentes policiales. "Tendrán que efectuarse más análisis durante los próximos diez días", ha añadido un portavoz.

El cadáver fue descubierto por el ama de llaves en el apartamento, donde el actor vivía, en el barrio del Soho de Nueva York, según ha explicado el portavoz policial Paul Browne. La mujer trataba de despertar a Ledger porque tenía cita con su masajista, que también se encontraba en la casa. Estaba inconsciente boca abajo a los pies de la cama y los intentos de reanimación fueron en balde.

La familia del fallecido ha definido la muerte del actor como "trágica, inesperada y accidental", según ha expresado el padre, Kim Ledger, a los medios locales en su casa de Perth, en Australia Occidental. Ledger describió joven como "un hombre con los pies en el suelo, generoso, de buen corazón, que amaba la vida, sin egoísmos". Recordó que su hijo "influyó en mucha gente" y que "muy pocos tuvieron el placer de conocerle verdaderamente". Por último, agradeció las muestras de cariño hacia el actor y solicitó respeto para la familia "para aceptar nuestra pérdida, con privacidad".

La trágica muerte ha conmocionado Australia, donde han destacado las condolencias y expresiones de dolor del primer ministro, Kevin Rudd, y de figuras del mundo del cine como la actriz australiana Nicole Kidman.

Sobredosis

Tras la noticia, el apartamento del actor se rodeó de paparazzi y fuerzas del orden, además de curiosos sorprendidos por una noticia, que al principio pareció una broma pesada.

"Estamos investigando la posibilidad de que haya sido una sobredosis", ha dicho el agente al ser preguntado por las causas exactas de la muerte de Ledger. "Hemos encontrado somníferos junto a su cama", ha explicado.

Ledger inició su carrera cinematográfica en 1999, pero no fue hasta el año 2005 cuando le llegó el reconocimiento internacional con su papel en Brokeback Mountain (En terreno vedado), de Ang Lee, donde interpreta a un vaquero de Wyoming que mantiene una relación sentimental a lo largo de veinte años con otro a vaquero de rodeo, interpretado por Jake Gyllenhaal. Su interpretación en ese tórrido drama le valió la nominación a mejor actor en los Oscar de 2006, aunque la estatuilla finalmente reconoció el trabajo de Philip Seymour Hoffman por Truman Capote.

Pareja de Michelle Willians

Heathcliff Andrew Ledger nació el 4 de abril de 1979 en la ciudad australiana de Perth y era descendiente de escoceses e irlandeses. Vivió en el oeste de Australia hasta los 16 años, cuando abandonó la escuela a un año de graduarse para mudarse a Sydney. En Australia trabajó en series de televisión, como Clowning Around, Bush Patrol, Corrigan, Ship to Shore y Home and Away, para dar en 1997 el salto a Hollywood al coprotagonizar la serie norteamericana Roar, que se rodó en Queensland.

Sin embargo, nada contento con limitarse a este tipo de papeles, las comedias adolescentes de Ledger fueron dando paso a trabajos más dramáticos como El patriota, filme dirigido por Roland Emmerich y con Mel Gibson que puso al joven intérprete en el mapa en 2000. Desde entonces Ledger luchó por subrayar su peso como actor haciendo lo posible por alejarse de la imagen de guapo que lo llevó a figurar en numerosas listas como el intérprete más sexy, informa Rocío Ayuso.

Ex pareja de Naomi Watts

Esta imagen de galán vino acompañada por sus amores en la vida real, entre los que se cuentan relaciones con las actrices Lisa Zane, Heather Graham y especialmente Naomi Watts, un amor que duró cerca de tres años. El actor era nueve años más joven que la actriz.

Ledger tenía una hija con la también actriz Michelle Williams, a quien conoció en el rodaje de Brokeback Mountain, donde precisamente interpretaban a un matrimonio y con la que estuvo unido sentimentalmente, sin casarse, tres años, hasta septiembre de 2007.

Su último trabajo fue el papel del Joker en la nueva entrega de Batman, titulada The Dark Knight, del director británico Christopher Nolan, que se encuentra en plena post-producción.

Estoy muy traumatizada. Jamás me lo esperé. Llevo todo el día pensando que esto es una broma pesada... Pero no...

DESCANSA EN PAZ, PRECIOSO PEQUEÑO...

jueves, 17 de enero de 2008

No excuses, no apologies, no regrets...

Una buena filosofía del maestro Brian Kinney.

Desde que me dio el bajón no he vuelto a escribir, y hoy me apetecía, aunque no tengo nada que contar.

Esta semana estoy más animada, quizás se debe a que he vuelto a ver a gente que me importa, especialmente… ¿él? He sentido sus ojos color avellana sobre los míos, sus manos calentitas, sus sonrisas acogedoras… Vale, soy una boba.

Quizás me anima saber que existe el amor correspondido, quizás lo que me alegre sea todo lo que escribe Leo sobre el amor, quizás eso me dé esperanzas. No sé. Contenta por mí no puedo estar demasiado después de la cuestión de la edad y el disgusto/shock que me di el lunes (xD), pero se ve que soy masoquista, porque me sigue gustando y seguimos tonteando. Ahora…, ¿quién sabe? Igual me engaña y es como dice mi madre… *cruza los dedos* No, por favor, no, por favor xD.

Hoy he tenido examen de castellano, no sé cómo habrá salido… Y mañana tengo uno de matemáticas, ¡espero aprobarlo!

¡Ah!, y vengo a recomendaros una serie, “Carnivàle”, que me encanta desde que la vi por primera vez hace dos o tres semanas y que ya he acabado su primera temporada.

La línea argumental básica es que los poderes del bien y del mal siempre han estado enfrentados, y de una manera mucho más real de lo que la gente cree. En la tierra cada 1000 años estos poderes cobran vida y están destinados a enfrentarse. Los escogidos son dos, Ben, un chico desdichado, algo apático, introvertido, ex-presidiario y muerto de hambre que ha vivido con su madre en el lugar más desolado de EEUU hasta que ésta muere y se une a un circo ambulante donde trabaja de peón. Por otro lado tenemos al padre Justin: un hombre de fe que intenta hacer siempre lo mejor por la comunidad y sus fieles, que vive con su hermana en una acomodada casa y que es respetado por los buenos feligreses que acuden puntualmente a su iglesia, hasta que unas visiones le hacen dedicarse exclusivamente a los más desfavorecidos. Ambos poseen ciertos poderes que poco a poco van descubriendo y explotando. Quién es el bueno y el malo, es algo que pondrás en duda durante casi la totalidad de la primera temporada, y cuál es el papel de cada uno, es algo que tardarás aún más en saber. El caso es que las vidas de los dos protagonistas crean dos líneas argumentales con un fin común, llevadas y unidas de una manera absolutamente magistral.

Aquí os dejo algunas fotos de los que parecen ser algunos de los personajes más importantes de esta maravillosa serie.

Nick Stahl (Ben)


Clancy Brown (Justin)


Tim DeKay (Clayton)


Clea Duvall (Sofie)


Patrick Bauchau (Lodz)


Diane Salinger (Apollonia)


Para acabar, voy a tocar un tema sobre el que ha escrito mi amigo Leo en su blog, Hotel Rivera (en el apartado "Otros blogs interesantes" tenéis el link para acceder a él, vale la pena), y que me toca bastante la moral.

Es cierto que somos más bien pocos, los jóvenes de mi edad o de la suya (él tiene cinco años más que yo), los que de verdad nos preocupa el mundo y la sociedad en general, me explico, somos bien pocos los que vamos por la calle y nos interesa algo más que la música para sordos que llevamos en el coche (en mi caso yo no conduzco todavía) o qué pegatinas les ponemos a nuestros "carros" y cómo los trucamos para que corran más o hagan más ruido.

Pero existimos. Estoy hasta las narices, con todos mis respetos, de todo aquél que se atreve a decir que "los jóvenes de hoy en día somos T-O-D-O-S unos inconscientes". Mentira. Estoy hasta las narices de que se me incluya en ese grupo. Como a tantos otros aunque vuelvo a repetir que pocos.

Ayer mismo lo hablaba en mi casa, hablando de una amiga mi madre y yo, y mi madre me preguntó sobre una salida que hice con ella y yo le contesté que me lo había pasado bien. Lo dije con tal desgana que afirmó con rotundidad que eso no era verdad, y no andaba desencaminada.

Yo me lo pasé muy bien, hacía mucho tiempo que no veía a esta amiga y la echaba de menos, pero a la vez noté que se me hacía pesado. La mayoría eran al menos dos meses (un año, puesto que yo soy de noviembre) más pequeños que yo, y los que me sacaban por lo menos dos años, parecían más críos que los niños que había por allí también.

Me di cuenta que, por muy bien que me lo pasara, había sentido la necesidad de:
a) Tener un tema concreto sobre qué hablar.
b) Tener compañía intelectual.

Necesito compañía intelectual. Esta chica tiene un nivel de primero de la E.S.O. con 17 años que tiene (cumplidos esta semana) y yo voy a segundo de bachiller con intereses que a muchos les importan un comino. Yo me reúno con gente que me saca, el que más y el que menos, 18 años y me gusta hablar con ellos y a ellos les gusta hablar conmigo.

Cuando muchas veces estoy con esta amiga, digo "¡Socorro!, ¿dónde me he metido?" porque me interesan algunas cosas más que los tíos a los que desde hace tres años casi tengo metidos en la cabeza porque no para de hablar de ellos. Qué guapo, qué bueno está, ¿por qué tiene novia?... ¡Y a mí qué me importa!

Parece mentira que oigáis esto de mí porque teniendo en cuenta el principio de este post, hablando de ÉL y demás tíos que me enloquecen a lo largo de todo lo que he escrito en el blog, pues parece que no soy la adecuada. Pero me interesa más que eso. Yo quiero sentarme un día en el banco de un parque y tener la compañía intelectual adecuada para poder discutir de política, economía o el cambio climático. Y eso no puedo conseguirlo. No con ella al menos que es con quien más salgo.

Yo quiero gritarle al mundo entero que estoy harta de las injusticias de la justicia española, quiero poder hablar de leyes, quiero poder discutir sobre las cosas malas y buenas de la humanidad. Quiero poder mirar a alguien a la cara y decirle "Amo a James Dean" y que sepa quién es (hasta ahí llega, la pobre, fruto de mi coñazo). Quiero poder decir "Veo tal y tal serie, escucho tal y tal música y me gusta m80 radio porque para mí es la mejor emisora. Conozco a tal y tal actor porque sale en tal y tal película y lo mejor de ir a Madrid son los musicales. Me gusta el teatro y he visto tal y tal obra, y me encanta pasearme por todos los museos y lugares sagrados para admirar la belleza de sus contenidos y de los mismos continentes."

Y, sobre todo, por encima de todas las cosas y dejando a parte messenger y sms, quiero a alguien que sepa, al menos en la mayoría de las veces, de ortografía, quiero recibir una carta en condiciones, porque hay algunas de las que me mandan, que lo siento, pero dan vergüenza. No siempre, ni mucho menos, yo en el messenger y en los sms suelto unas perlitas, que si me ve Juan González, mi profesor de lengua y literatura, me mata.

En fin, ya me he desahogado un poco. Si alguien busca el mismo tipo de compañía intelectual y se siente tan incomprendido como yo, podemos hablar =).

Y nada, desde aquí, mandar un besote enorme a Ramón, que ha estado malito un montón de tiempo. T'estime ^^.

Un beso. ¡Hasta el próximo post!

jueves, 10 de enero de 2008

Caer del guindo...

Caer en la cuenta o enterarse de algo obvio.

Eso es lo que me ha pasado a mí hoy, que me he caído del guindo… No me lo puedo creer… No lloro porque ni siquiera me atrevo a abrir la boca y decir en voz alta cómo me siento. Me siento mal, me siento ultrajada, me siento dolida, siento como si se me hubiera arrancado algo de lo más hondo de las entrañas.

En selectividad me juego mi futuro a una carta y hoy se atreven a decirme que no voy a llegar jamás a ser médico porque no llevo queriéndolo ser desde hace al menos diez años. He caído de la nube en la que flotaba mientras soñaba que quizás podría llegar a ser forense y me he dado de morros contra el suelo. Es como decirle a alguien que por fin sabe qué hacer y que lo ha decidido en segundo de bachiller, que como hasta este año no había decidido nada, que no va a sacarse ninguna carrera…

Llevo tres años diciendo que quiero ser forense (en realidad mi sueño es hacer criminología forense, pero como básicamente es hacer lo mismo y aquí en España cuando un criminólogo abre un maletín se muere de la risa porque no tienen ninguna clase de material que le permita trabajar con comodidad…) y tres años diciéndome que basta de soñar. He aprendido a controlar mi estómago en las películas gore aun a sabiendas de que no voy a llegar a la nota que piden, y justo este año que mis padres logran meterme en la cabeza que puedo sacar la nota que quiera y que si realmente quiero hacer eso que vaya a por todas y que lo haga, van y me dicen esto…

¿Creéis que es cruel? Esta persona ha dicho que la medicina, o te gusta desde crío o no tienes futuro, me ha dicho que es algo vocacional y cuando iba a responderle que no era algo que me hubiese impuesto alguien, coge y me dice lo de los diez años… mi madre delante de él me ha dicho que puedo hacer lo que quiera sin que me importe lo que digan los demás. Lo jodido es que él sabe lo que se dice y sé que tiene razón, que aunque empiece, no voy a poder con el primer año siquiera…

Y ahora… gente como él me dan ganas de sacar un diez en el selectivo, meterme en medicina, sacara la carrera y decirle, “¿Me ves en esa orla? Tengo ya el título y abro los muertos de par en par porque me gusta pesarles las entrañas, porque me gusta hacer saber a la familia de alguien que ha muerto en extrañas circunstancias que su pariente no murió sino que lo mataron y que en estos momentos se está abriendo una investigación policial y que el puto asesino va a ser arrestado y va a pasar lo que le queda de vida en la cárcel porque yo, ¡YO!, me he pasado tres meses y media trabajando catorce horas diarias para saber qué había pasado exactamente y cuál era la realidad…”.

Me gusta imaginarme con el título en la mano y la bata blanca puesta diciéndole, “¿Lo ves? Esto es lo que me dijiste hace los-años-que-me-cueste que no iba a poder hacer porque necesitaba vocación y yo no la tenía…”.

Pero da igual, sé que tiene razón, sé que no voy a llegar siquiera a la nota de entrada en la facultad… Por eso, como tengo mi gran espina clavada en el corazón y aunque esta tarde dije que mi primer título sería meteorología, he cambiado de idea, porque para eso siempre hay tiempo y la verdadera ilusión de mi vida es luchar contra esa enfermedad que acabó con la vida del chico al que más he querido en toda mi vida, mi primito Mario; y que estuvo a punto de acabar con mi amigo Fran y que también acabó con mi tío: el cáncer.

Mi post-grado será en Física Médica para ayudar a que esos niños que lo sufren tengan un futuro asegurado sin riesgo de morir, no por el cáncer, sino por sus actuales curas, la quimioterapia y la radioterapia. Quiero trabajar en el IVO o en La Fe, y llorar todos los días al entrar por la puerta y ver a los enfermos y saber que dependen de personas como yo, porque sólo con esa idea, con ese pensamiento, me siento viva…

Un beso. Hasta el próximo post.

jueves, 3 de enero de 2008

Uno de esos días...

Hoy es uno de esos días en los que mi boca sólo es capaz de pronunciar cuatro palabras clave: “Ya se me pasará”. Llevo desde las diez de la noche de ayer llorando y no sé por qué. Ayer vi los dos últimos capítulos de la tercera temporada de “Anatomía de Grey”, que no los había visto todavía, y me siento peor que nunca. No lo entiendo… No puedo entenderlo… ¿Es tan difícil sentirse bien?

La gente a la que quiero está lejos de mí, a mi mejor amiga hace casi tres meses que no la veo, Kelly en Logroño, Laura en León, Manu en Huelva, Isaac en Venezuela, Leo ni lo sé, (te mandé una postal, por cierto), y esos dos amores no olvidados a los que se refería mi queridísima Carmen el otro día, lejos también… no físicamente, sino mentalmente, que es lo peor…

Siento ser tan pesimista, de veras, empecé el año de una forma maravillosa y ahora, día 3 de enero del nuevo año, me gana la partida la tristeza… Debería dejarme llevar, vivir mi vida, no la suya (como le dice Ignacio a José en historia, Kelly, mi amor =P) pero no es que no quiera, es que no puedo… No es verdad, no se me pasará… nunca…

Quiero imaginarme dentro de unos veinte años, compartiendo mis días con alguien que me ame, y si no es él, riéndome de lo ingenua que fui a los 17. Pero sé que no va a ser así. Es día 3 de enero, acabamos de empezar una nueva etapa, este año en septiembre voy a la universidad y en lo único que puedo pensar es en Javi. Dios mío… Sigo empeñada en negar la evidencia y lo nota incluso mi madre.

Maldito mundo, maldito amor, maldito cabrón que me hace llorar… Se acerca la fecha en que va a hacer cinco años que caí en sus malditas redes, y os juro, lectores, que daría lo que fuera por, si fuera posible retroceder en el tiempo y cambiar las cosas, no volverle a conocer, porque ahora me muero por ser yo la que se despierte junto a él, la que lo vea dormir, la que se pierda en su melancólica mirada, la que le acaricie el pelo hasta verlo caer rendido, la que lo bese hasta hacerle perder el sentido… No vale la pena que lo siga negando. Soy una inútil, ni siquiera soy capaz de mirarle a los ojos, ni de sostenerle una mirada profunda… Diría que no debería permitírselo, que la culpa es suya, pero no puedo… La culpa es mía…

Siento que ambos hemos perdido la oportunidad de darnos una oportunidad. Él por no querer darse cuenta y pensar que soy una niña, yo por no tener el valor suficiente y por creer también que soy una niña. Si no es así, si él no siente que perdió la oportunidad, ¿qué significaron esas sonrisas y esos comentarios (in)oportunos? ¿Qué significan ahora esas miradas que logran desnudarme y que están como resentidas porque notan que han dejado de ser queridas como si mi vida fuera en ello?

Y, además, qué error más grande por mi parte, ni siquiera pude darme cuenta, cegada por un amor que creía sentir, de que uno de mis mejores amigos no sólo sentía amistad por mí. O dejar que Juan se marchase sin que me despidiese…

Debo aprender de mis errores y es todo tan sencillo como que no sé cuáles son. Sé que como buen humano tropezaré más de tres veces con la misma piedra, pero de verdad quiero no volver a cometerlos, necesito hacerle un lavado a mi memoria, ser como hace seis años, inocente…

Me gustaría poder encomendarme a ese ser superior en el que no creo pero a veces pienso y decirle, como Jesucristo en la obra de teatro musical, que en sus manos encomiendo mi espíritu… Me siento como Izzie, me siento como Alex, me siento como Meredith, me siento como Derek, me siento como Burke, me siento como Calli, me siento como George, o como Bailey… Pero lo que realmente necesito es sentirme bien, sentirme yo… ¿Es tan difícil ser feliz? Porque siento la necesidad de serlo…

Perdonad todo el rollo pesimista que he soltado, no me lo tengáis en cuenta. Un beso. Hasta el próximo post.