domingo, 3 de enero de 2010

Sólo somos tú y yo...


3/01/10


Sirius baja de la escoba frente a él. Quince vueltas de campana pero cuando le ve tan enfurruñado James recuerda la expresión de su cara y todavía le da la risa.

- No puedo creer que te lo tragaras, Canuto, te lo juro.

Le brillan los ojos detrás de las gafas. Recibe una patada en la espinilla pero llega sin fuerza. No duele.

- Tienes la gracia en el culo, gilipollas.

- Hablando de culos. Se comenta que te gustan bastante.

Nota, como uno nota esas cosas, que a Sirius le encantaría estar enfadado con él. También nota que no puede. Y que bajo esa expresión ceñuda hay un bromista nato que sabe reconocer una buena broma cuando se la juegan.

- Te lo ha contado Lily, ¿no?

- Se limitó a confirmar mis sospechas. No hizo falta que me contara nada porque, no sé, tío, siempre pensé que eras un poco… rarito.

- ¿Hasta cuándo voy a soportar tus chistes sin gracia sobre el tema? Es por hacerme una idea.

James abre la mano, da un golpe seco en el suelo y la escoba sube hasta él. Sirius le sigue camino al vestuario.

- Bueno, somos longevos en mi familia y piensa que lo último que haré en mi lecho de muerte será reírme de ti. Calcula cincuenta o setenta años de bromas.

- Entonces, rezaré para que mueras joven. En un terrible accidente para el que yo tendré una buena coartada.

Sin dejar de caminar, James le empuja. Y Sirius le empuja. Y zigzaguean un rato, camino al castillo. Empujándose mutuamente.

- Me da igual que me mates. Volveré como un fantasma diciendo "maricaaaa…"

Atardece y a sus espaldas, el sol estornuda, tiembla y va cayendo despacio, detrás de las colinas. En lugar de coger la escoba, Sirius hace que vuele a su lado. De vez en cuando, murmura un encantamiento y la escoba da un par de vueltas. Atrás, adelante, se inclina y le da en el culo a James, que da un salto y la esquiva.

- Podías habérmelo dicho, Canuto.

- Te lo dije, capullo.

- Ya. Pero podías habérmelo dicho. Lo supo una chica antes que yo. Tío, ¡una chica!

- No fui yo quien se lo dijo a Lily. Vete a reñir a Remus.

- No me atrevo. Vendrá su novio y me pegará. ¿O tú eres la novia? Llevas el pelo largo, creo que eres la novia.

La escoba de Sirius acelera y frena. Les rodea, avanza hacia el colegio, cuando Sirius le da un coscorrón a james. Espera y les sigue.

- No nos vamos a casar, anormal, así que no hay novia.

En la entrada del colegio, Sirius silba y la escoba aterriza suavemente bajo su mano. Caminan al vestuario por pasillos por los que apenas se cruzan con nadie. En la puerta donde dice "Gryffindor", James se para. Observa detenidamente al que ha sido su mejor amigo desde los once años. Todo sigue igual. Excepto esa manera de bajar la mirada un poco. Como si esperara algo de él. Algo que Sirius Black nunca espera. De nadie.

Aprobación.

- Pero estáis… - dice James- o sea… Remus y tú... Sois como un… algo, ¿no? Qué… ¿qué coño sois?

- Solo somos... Remus y yo. No hace falta que flipes, ni nada.

"No es para tanto" añade Sirius, y es tan evidente que miente, que ni siquiera tiene mérito darse cuenta. Es para tanto. Todo en el indica que por una vez, por primera vez, es para tanto.

- No estoy flipando, garrulo. – James le empuja, entra en el vestuario y se va quitando las botas. - Aunque Remus se merece alguien mejor que tú, supongo que ya lo sabes.

Se saca el jersey del uniforme por la cabeza. O lo intenta, al menos. El cuello es estrecho, lleva las gafas puestas y cuando parece que ya sale, Sirius se acerca, - eso ya lo sé, capullo- y le pellizca un costado. James trastabilla a oscuras, con la cabeza metida dentro de la ropa, murmurando "gilipollas". Está rojo hasta las cejas cuando consigue sacarse el jersey. Tiene la gafas empañadas.


Marauders!Crack by Irati.




No tienes que flipar ni nada tú tampoco...



Tontito, te quiero xD, aunque me digas todas esas burradas xD.

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