miércoles, 23 de diciembre de 2009

Canícula...


22/12/09


Todo en Hogwarts bulle de actividad navideña. Remus deja los libros en la cama y se tumba a descansar boca abajo, sonriendo para sí cuando escucha que Sirius tararea los hipogrifos van a Belén. Parece contento por el enfrentamiento navideño. Silba villancicos, y Remus piensa que debería tomarle el pelo porque nunca está tan animado y "los hipogrifos van a Belén" merece al menos una broma. Aunque sea pequeñita.

No la hace.

Porque se da la vuelta y le mira, se le quitan las ganas de hablar. Solo quiere seguir mirándole. Mientras se cambia de ropa y busca el "maldito tabaco" murmurando "poron pon pon pon". Se saca el jersey con fuerza y con el jersey sale también la camiseta. Se quita las botas con los pies, las lanza a diferentes rincones del cuarto, coge una camisa negra, la huele, se abrocha solo dos botones. Se rasca la tripa. Murmura "¿has visto mi tabaco?" pero lo encuentra enseguida, metido en unos vaqueros sucios. Entonces busca el mechero, metiendo las manos en el bolsillo del pantalón. La cintura le queda holgada, cuando mete las manos, el pantalón baja un poco, deja al descubierto algo de insinuante vello oscuro. A Remus se le seca la boca. Finalmente, encuentra el encendedor debajo de la ropa, un zippo recargable de plata que siempre pierde pero siempre encuentra. Se mete las manos en el pelo, se lleva un cigarro a la boca. El encendedor no le da fuego, se ha quedado sin gasolina. "Coño" masculla, con el cigarrillo apagado, "es una conspiración".

- Confiesa, licántropo. Alguien no quiere que fume.

Camisa abierta, omoplatos al descubierto, vaquero sin calzoncillos, cigarrillo en la boca, la voz algo ronca de tanto gritar a los críos. El león en su guarida, echándose el pelo hacia atrás con una sacudida de los hombros. Le llama "licántropo", suena como un delicioso insulto. El cuerpo de Remus reacciona con violencia. La erección es repentina. Dura y gruesa en un segundo.

- Joder, Sirius.

Pregunta "joder ¿qué?" pero tiene su respuesta en cuanto baja la mirada. Le mira un buen rato y cuanto más le mira Remus respira peor, se siente más fuera de control. Cuando la habitación está tan cargada de electricidad que amenaza con estallar, Sirius deja el cigarrillo. Se desabrocha los dos botones de la camisa, baja la cremallera del pantalón. Pronuncia un hechizo para cerrar la puerta. Se queda de pie delante de la cama, se baja los pantalones.

- ¿Quieres fumar, Lupin?

Imposible resistirse.

- Sí.

Le baja los pantalones a mordiscos. Besa, lame, y cuando Sirius gime, succiona con más fuerza.

Los romanos concedían gran importancia a la época del año en la que Sirio dominaba la bóveda celeste. Eran los meses más calurosos, bajo el influjo del Gran Perro celeste. Los poetas latinos hablan siempre de ella, la feroz canícula. Remus no sabe, sencillamente no sabe resistirse a su abrasadora influencia. Le hacen perder el control, la luna una vez al mes y la estrella, siempre que hace acto de presencia.


Marauders!Crack by Irati.



Este fragmento es anterior a actualizaciones bloggeras anteriores, pero es que me lo guardaba para estas fechas, porque es muy navideño. Bueno, es navideña la parte en que Sirius canta villancicos, lo otro se puede hacer sin que sea Navidad... xD. Pff... La reacción de Remus es tan como lo que yo suelo decir siempre... *babea* En fin xD. Que me lío, me lío... xD

En la foto, Sirio, la estrella más brillante del firmamento. Situada en la constelación del Can Mayor, que está a su vez situada bajo Orión. Son constelaciones preciosas incluso a simple vista. Y bueno, vi por primera vez en mi vida a Sirius en la excursión de Astronomía, y suena friki, pero yo quería verla por él... *enrojece*.



¡¡¡¡¡Muchíííísimas felicidades, Iris!!!!! Gracias por la invitación, tenía muchas ganas de verte después de dos años sin saber de ti más que en un par de ocasiones. Ha sido genial. Muchos besitos a vosotr@s también =).



Ya han acabado las clases, ahora a estudiar mucho... que los exámenes están ahí prácticamente...

Cuenta conmigo...


19/12/09


Remus estudia en una mesa apartada de la sección central de la biblioteca. Tiene varios libros sobre la mesa pero el que está leyendo parece una de sus novelas muggles. Nada que ver con deberes. James se acerca sin hacer ruido, pero aún así la bibliotecaria le reprende con una mirada, como si le advirtiera "le echaré sin contemplaciones, Potter". Su fama le precede, ésa es la verdad.

- Eh, Lunático.

Se sienta junto a él en la mesa.

- Hola, James. Lily ha salido hace un rato.

- Sí, ya sé, no he venido a eso.

Repentinamente interesado, Remus deja el libro y le escucha con toda su atención. Murmurando "debe ser importante para haber venido hasta la biblioteca". Está abrigado hasta el absurdo, a pesar de que la biblioteca tiene la calefacción encendida. Caen unos copos de nieve enormes al otro lado de la ventana.

- Verás, ¿te acuerdas – susurra James- cuando tuvimos que investigar para lo de, ya sabes- "animago", murmura aún más bajo- y nos pasábamos el día leyendo libros aburridísimos? – Remus asiente, parece divertido por el recuerdo. – Bueno, me toco leer todo aquel tocho sobre Pociones transformadoras y encontré aquel libro, ¿sabes? El de "Cincuenta antídotos Casi Infalibles, Mil Pociones Peligrosas y otras Mil Que Ni Siquiera Deberían Existir".

Remus lo recuerda y asiente. Así que James continúa.

- Pues encontré una poción prohibida para que … - mira en todas direcciones para asegurarse de que no venga nadie y se acerca un poco más a Remus-… para que "Se Venguen Los Ultrajados", se llamaba. Y básicamente digamos que yo podría prepararla si quisiera que a alguien se le cayera a trozos y no estoy hablando del pelo de la cabeza, precisamente. O en caso de que te parezca una pérdida valiosa, siempre podría hacer que le picara durante tres meses seguidos. Es brillante, ni siquiera existe un contra hechizo.

En realidad, Remus lo sabe antes de preguntarlo pero no se esperaba la revelación de que su secreto ya no es un secreto, así que lo pregunta de todos modos.

- ¿Y contra quien querría yo usar este singular encantamiento?

La mirada de James es como ha sido siempre, clara y limpia. Demasiado noble para alguien que se ofrece a ejecutar desagradables hechizos prohibidos. Es franca y directa y dice con menos esfuerzo que las palabras lo que James está intentando decir.

- La acabará jodiendo, Remus. No será a propósito – aventura, aunque luego añade, "probablemente". - Pero la acabará jodiendo. Solo quería que supieras que todavía recuerdo el hechizo. Por si te hace falta.

Es su manera de expresar "lo sé, Remus". Su manera de decir, "lo entiendo, Remus". Y finalmente, tal vez lo más importante, "me parece bien, Remus".

- Lo tendré en cuenta. Por si acaso.

- Vale. Guay.

Se levanta haciendo chirriar ligeramente la silla y el "ssshhhh" de la bibliotecaria tiene cierto deje asesino. James se disculpa con esa sonrisa de niño bueno y deja la silla en su sitio. Se gira cuando Remus le llama.

-¿Y si la jodo yo?

- Nos conocemos, tío – dice antes de irse. - Algo habrá hecho él primero.

A veces Remus cree que deberían embotellar a James. Coger esa honestidad, preservar toda esa nobleza en la que no se adivina ni una sola fisura. Guardarlo así para que en el futuro cuando la gente hable de él diga, "ah, sí, el bueno de Cornamenta". Y lo digan con una sonrisa, satisfechos de haberle conocido. Es curioso. Remus ni siquiera sabía que estaba esperando su aprobación y ahora que la tiene el día parece más liviano, menos invernal.

Bendito sea, dirán los que le conocieron cuando le recuerden, el bueno de James Potter.


Marauders!Crack by Irati.






Ya sé que puedo contar contigo =). Y tú conmigo también. Para lo que sea =).






Quiero verte ya, me muero porque llegue el verano que viene...



La foto, se ve super pequeñita, pero me encanta ese icono, me río cada vez que lo veo xD.

lunes, 14 de diciembre de 2009

El vacío y la nada...


Hoy os traigo una conferencia de Álvaro de Rújula, titulada "El vacío y la nada", que a mí me encantó oír en directo. Es de física, pero tan bien explicada, y el señor habla tan bien, que merece la pena leerla y pararse un poquito a reflexionar y a intentar entender sobre todo, sobre lo que dice aunque uno sea de letras. Este hombre viene desde Ginebra, desde el CERN, es físico teórico, y una de las primeras cosas que nos dice es que él recuerda exactamente cuándo murió el último de los dinosaurios: el 20 de noviembre de 1975. =D Con todos vosotros, Álvaro de Rújula.

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"EL VACÍO Y LA NADA" - ÁLVARO DE RÚJULA

Saquemos los muebles de la habitación, apaguemos las luces y vayámonos. Sellemos el recinto, enfriemos las paredes al cero absoluto y extraigamos hasta la última molécula de aire, de modo que dentro no quede nada. ¿Nada? No, estrictamente hablando lo que hemos preparado es un volumen lleno de vacío. Y digo lleno con propiedad. Quizás el segundo más sorprendente descubrimiento de la física es que el vacío, aparentemente, no es la nada, sino una substancia. Aunque no como las otras…

A inicios del pasado siglo, Einstein creía que el Universo era estático. Preocupado por el hecho de que tendría que colapsarse -debido a la atracción gravitatoria de cada galaxia sobre las demás- se le ocurrió una peregrina idea: añadir a sus ecuaciones la Constante Cosmólogica. La interpretación moderna de esta extraña intrusa es que se trata de la densidad de energía del vacío, también llamada energía oscura, quizás para acercar ciencia y ficción, o quintaesencia, para darle un toque alquimista a la cosa. Todo lo que tiene energía ejerce una acción gravitatoria, pero la energía del vacío, a diferencia de cualquier otra, puede ser repelente. Lo que Einstein proponía es que dos volúmenes de vacío cósmico se repelerían exactamente tanto como se atraen las galaxias que contienen, resultando en un equilibrio difícil de creer e inestable.

Un buen día Einstein se enteró de que el universo estaba en expansión. Así lo demostraba la fuga de las galaxias, observada por Edwin Hubble y otros. O más bien por otros y Hubble: a menudo en la ciencia lo importante no es ser el primero, sino el último, que es quien se lleva la fama (como en otros campos; véanse Colón y los vikingos, o los indios que ya estaban allí). Inmediatamente, el tío Albert calificó su idea como el mayor patinazo de su vida.

Recientes observaciones cosmológicas indican que el universo está en expansión acelerada. Las galaxias no se comportan como flechas, sino como cohetes a los que algo empujara. La analogía no es buena, porque el concepto es difícil. Las galaxias no se fugan, están ya estabilizadas por su propia gravedad y tienen un tamaño fijo. Pero el espacio (o el vacío) entre ellas, se estira. Es como si alguien tomase la Tierra por un globo y la inflara: mañana estaría Barcelona aún más lejos de Huelva. Quién infla el universo sería la densidad de energía del vacío. El vacío sería pues una substancia activa, capaz de ejercer una repulsión gravitacional, incluso sobre sí mismo. No fue un error, sino un golazo de Einstein.

La Constante Cosmológica presenta un aspecto tranquilizante. Si domina la dinámica del universo ahora, lo hará en el futuro durante muchísimo más tiempo que los meros 14.000 millones de años transcurridos desde que este cosmos nuestro nació. Un bebé bien pertrechado, con sus propios espacio y tiempo y hasta su propio vacío, que -según la muy bien confirmada relatividad de Einstein- nacieron con él. La actual inflación del universo implica, perdóneseme el galicismo, que no se nos va a caer el cielo encima. Mala noticia para futuros cosmólogos. Las galaxias distantes estarán tan lejos que no podrán ni verlas. Tendrán que estudiar cosmología en libros de historia.

Si el vacío contiene algo de lo que no lo podemos vaciar (su densidad de energía), quizás ese algo pueda hacer algo más. Al menos eso supusieron, hace décadas ya, Peter Higgs y otros. U otros y Higgs, podría de nuevo argüirse; lo que no haré. La substancia del vacío, llamada en el variopinto lenguaje de los físicos un campo que lo permea, podría interaccionar con las partículas que allí estén. E interaccionar de modo distinto con cada tipo de partícula, generando así sus masas, que hacen que sean como son. Ése es el origen de las masas en el Modelo Estándar de las partículas elementales, que explica con éxito insoportable sus otras propiedades e interacciones no gravitatorias. Dije insoportable porque a los científicos nos soliviantan más las preguntas que las respuestas.

La substancia del vacío daría así contestación a dos muy candentes cuestiones de la física, una en el extremo de lo más grande -el cosmos- y otra en el de lo más diminuto, las partículas elementales que -por definición- son tan pequeñas que, si tienen partes, no lo sabemos.

He empleado algunos condicionales porque no todo lo que he escrito está ya probado observacionalmente de manera irrefutable. ¿Por dónde van hoy los tiros? Los cosmólogos tienen proyectadas muchas observaciones para averiguar si la expansión acelerada del universo se debe a la energía del vacío, tal como la intuyó Einstein, o a algo que sólo se le parece. Los particuleros están poniendo en marcha el Large Hadron Collider (LHC) del CERN para, entre otras razones, estudiar el vacío a lo bestia: sacudiéndolo.

Al sacudir una substancia cualquiera, vibra. Las vibraciones de campos eléctricos y magnéticos, por ejemplo, son la luz. A un nivel elemental, las vibraciones son cuantos, entes que pueden comportarse como ondas (u olas) o como partículas (o canicas): fotones, en el caso de la luz. Si el vacío es una substancia, la podemos también hacer vibrar. Basta sacudirla, como hará el LHC, con energía suficiente como para transformar la energía de sus colisiones en partículas de Higgs que, si existen, tienen una masa elevada… y E=mc2, alguien dijo.

La partícula de Higgs -el vacilón, podría decirse en castellano- es una vibración del vacío, no en el vacío, como las demás. Sería, pues, lo nunca visto. Aún así, Higgs preferiría que no bautizasen a su partícula goddamned particle [partícula maldita] o God particle [partícula divina], adjetivos poco científicos.

El vacío siempre fascinó a los físicos. Hace un siglo se trataba del éter, la interpretación del vacío como la trama del espacio absoluto, que la teoría de la relatividad envió al garete. El éter no estaba apoyado por ninguna teoría decente. Un siglo después, las nuevas teorías del vacío son lo más razonable y mejor comprobado que tenemos. Pero hay un pequeño gazapo en lo que he dicho. Creemos entender el Modelo Estándar suficientemente bien como para estimar cuánto el campo de Higgs debería de contribuir a la densidad de energía del vacío observada por los cosmólogos. El resultado es unos 54 (¡cincuenta y cuatro!) órdenes de magnitud superior a las observaciones. Tiene su mérito incurrir en tamaña contradicción.

Si investigamos es porque no sabemos la respuesta y la naturaleza, sí: las cosas son como son. El vacío es lo que mejor no entendemos. Ni siquiera comprendemos aún a fondo la diferencia -haberla hayla- entre el vacío y la nada.

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Me encantó.

La foto, una bonita definición del vacío. O de la nada =).

domingo, 13 de diciembre de 2009

Lucero del Alba...


Primero fue algo minúsculo, ínfimo, casi inexistente, que daba miedo mirar por si desaparecía, por si ya no se volvía a ver. Partículas diminutas aglomerándose, formando cúmulos indefinidos, amorfos, carentes de belleza. Pero poco a poco, estas agrupaciones fueron unidas a su vez. Fueron chocando, interaccionaron unas con otras, y, de repente, se fundieron en una sola cosa. Algo con mucha energía, con tanto calor acumulado que parecía que fuera a derretirse, denso. Y, sin más, estalló. Como un fogonazo, una enorme explosión. De pronto, un halo de materia, como si de una ola se tratase, comenzó a avanzar y avanzar, no podía detenerse, avanzaba infinitamente. Formó estrellas, planetas, sistemas solares, galaxias… Finalmente, teníamos, ante nosotros, algo maravilloso, increíble. El Universo…



Y seguimos en expansión...


La foto, la Vía Láctea, preciosa, fantástica, fotografiada, tras años de trabajo, por el satélite Spitzer, en el infrarrojo, y gracias a los astrónomos (matemáticos y físicos) y a los ingenieros que hicieron posible su puesta en órbita. El cacharro rotaba sobre sí mismo, fotografiando cada trozo de galaxia. Se ha tardado bastante tiempo en superponer todas las imágenes y obtener algo como lo que veis en la foto, pero parece que ha valido la pena. Spitzer es un satélite artificial que nos ha permitido comprobar que vivimos dentro de algo bellísimo.

Como la foto no se ve bien porque la calidad de las subidas de Blogger no es mala, sino pésima, aquí os dejo el link a las imágenes, que merecen ser vistas. Yo las vi en clase de Astronomía el jueves y me pusieron los pelos de punta. Son apreciables un montón de cúmulos estelares, (“globular clusters” para los que quieran que el Señor Google les busque fotos bonitas), que son una pasada.




Por cierto, no es que sea una friki-física (que lo soy, para qué vamos a engañarnos), pero es que la actualización me sale del alma. Y además, va por una persona muy especial a quien le encanta todo esto y hubiese sido feliz estudiando mi carrera, pero no pudo en su época.


Porque es absolutamente asombroso que el que Einstein creyó su mayor error, sea ahora lo que mueve a la Física…



¡¡Cómo me lo pasé ayer por la noche!! Vi a Sirius por primera vez en mi vida. Fue increíble. Quiero repetir excursión al Observatorio Astronómico ya. Vi Júpiter y los satélites galileanos, Marte como si estuviera a un tiro de piedra, Neptuno, Orión (precioso), Tauro, Géminis, los Canes, las Pléyades, la Cruz del Norte, las Osas… ¡una lluvia de estrellas! (L). Qué gran compañía, chicos.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

"Mi última carta: me fusilan hoy."


'Vivir a muerte' reúne misivas de resistentes franceses condenados a la pena capital.

JACINTO ANTÓN - Barcelona - 08/12/2009

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¿Qué escribiríamos si supiéramos que nos van a fusilar dentro de unas horas? ¿Qué mensajes dejar a los seres queridos, al mundo, a la posteridad? ¿Qué horrores de esos momentos postreros conjuraríamos, qué cuentas trataríamos de ajustar con la vida, qué arrepentimientos, despedidas, recuerdos o desafíos plasmaríamos en el papel? ¿Cómo sería nuestra última carta? "A las 4 me van a fusilar. Si vieras lo calmado que estoy, mamá querida", escribió Robert Busillet, de 19 años, en la prisión de Fresnes en 1941. "Vive, tienes que vivir", anotó otro reo para su amada antes de caer bajo las balas de los nazis. "No tengo miedo, no es mi costumbre", fue el último, valiente mensaje a su familia del rehén Michel Dabat, abatido por el pelotón de fusilamiento en Nantes. Vivir a muerte (Barril & Barral, 2009), un libro conmovedor, imposible de leer sin que en más de una ocasión se inunden los ojos de lágrimas -"voy a llevar en el pecho vuestras fotos para que me acompañen en el ataúd", "mi alegría más grande sería que pensaras en mí lo menos posible y que rehagas tu vida", "besos grandes, besos como sólo podemos dar cuando son los últimos", "me gustaría que cuando el niño fuera mayor le habléis mucho de mí", "no te olvides de mis zapatos, los llevé a arreglar, se los das a Maurice"-, recoge un centenar de cartas de resistentes de Francia, franceses y extranjeros -hay un español-, que sufrieron la pena capital, la mayoría fusilados por los nazis (muchos como rehenes), aunque alguno en la guillotina o decapitado por hacha en Alemania. Dos son de mujeres. Todas fueron escritas entre 1941 y 1944.

Las cartas, un camposanto de vidas truncadas donde aletea aún el eco terrible del tiro de gracia y por el que uno discurre atribulado hasta el quebranto, están todas documentadas en el libro, con el nombre del remitente y una semblanza biográfica. Desprenden los textos, escritos en la situación más angustiosa y límite que puede afrontar un ser humano, un torbellino de emociones: amor, coraje, esperanza, orgullo, ternura. También, una urgencia, lógica, y una implícita mirada al gran misterio de la muerte.

La mayoría de los condenados se disculpa por el dolor que, involuntariamente, va a causar a sus seres queridos. Tratan de tranquilizarlos, mostrando valor, resignación, serenidad o sosiego. Deseamos que fuera eso lo que en realidad sentían. "No he sufrido antes y ya no más después, por supuesto", "pasamos el tiempo contando chistes", "siempre soñé, mira tú por dónde, morir de pie un día en que el sol brillara". La última frase la escribe Fernand Zelnikov, empleado de peletería parisiense de origen judío ruso, que participó en varios atentados contra soldados alemanes. Por su parte, el rehén Bernard Grinbaum anota poco antes de ser pasado por las armas, con lermontoviano desdén: "Bah, no importa".

Es una constante en los hombres con pareja pedir a ésta que rehaga su vida: "Te deseo que encuentres un buen proletario digno de ti", escribe a su mujer el tornero comunista y combatiente clandestino Maurice, que reconoce: "Es duro decir esto porque estoy celoso aun ante la muerte".
El humor y la ironía brillan por su ausencia; en cambio, abundan el patriotismo y la religión. Hay reos de todas las clases sociales y profesiones, incluso un abad. Las cartas son remitidas por las autoridades después de la ejecución. Una del libro lleva un mensaje secreto en código. Varias son enviadas clandestinamente, incluso lanzadas por encima de los muros de la cárcel.

En algunas cartas leemos desesperación, rabia, miedo, odio o afán de revancha. "Vengadme", escribe el judío Simon Fryd, que ha atacado con granadas a un destacamento de la Wehrmacht. Otros perdonan; Émile Bertrand escribe: "He cumplido con mi deber, sólo siento, y de todo corazón, haber matado". Guy Môquet, detenido por pegar carteles y al que fusilan con 17 años, escribe a su Odette: "Siento no haber podido tener lo que me prometiste". No es el más joven. Henri Fertet cuenta 16, pero mucho valor: "No quiero venda en los ojos ni que me aten".

Pese a que todos tratan piadosamente de hurtar los detalles escabrosos, en algunas misivas se percibe la provisionalidad atroz de las últimas horas: "Te escribo de pie, a la luz que pasa a través de la mirilla"; "mi escritura es quizá un poco temblorosa, pero es que tengo un lápiz muy pequeño"; "te escribo sobre un cubo nauseabundo"; "sed fuertes como lo seré yo cuando las balas me sacudan"; "vienen a buscarnos".

Se traslucen dudas: "Creo que voy a morir con valor", "creo que todo irá bien" (!) "y sabré morir como un hombre"; "tengo mucho coraje, pero estoy un poco nervioso". Algunos tratan de ser prácticos: "Dejo mi chaqueta de cuero, trata de recuperarla". Uno incluso recuerda devolver los volúmenes de La Pléiade prestados. "Haz editar mis poemas", escribe el líder partisano de origen armenio Missak Manouchian. Hay verdaderos testamentos. Otros filosofan. Predomina la contención pero hay anotaciones desgarradoras: "Hallaré valor pensando en tu amor"; "sabes que alguna vez hemos discutido, pero te quería mucho". "Un último largo, largo beso en tus labios", escribe el maquisard Paul Meyer a su mujer. Y otro a la suya: "Lamento profundamente no haberte hecho feliz".


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Duro, ¿eh? Bufff... Yo he llorado como una magdalena cuando lo he leído. Pero necesitaba colgarlo. Qué hartazón de lágrimas. La cruda realidad, señores.

Continúa:

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Palabras desde el paredón:

- "Te ruego que de vez en cuando te acuerdes de nuestro amor".

- "Voy hacia la muerte como a una nueva aventura".

- "Sé feliz en los brazos de otro".

- "Siempre soñé, mira tú por dónde, morir de pie un día en que el sol brillase".

- "Siempre he tenido tanto, tanto miedo a morir".

- "A la tumba, cuando vengáis, traedme sólo flores rojas".

- "Perdonadme las faltas de ortografía".


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Increíble.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Ante todo, claridad...


6/12/09


Si no lo pregunta revienta.

- O sea -susurra. - ¿Me estás diciendo que Remus y Sirius son novios?

- Novio es cuando te vas a casar. No creo que se vayan a casar, tío.

Ah.

Sigue tamborileando.

- Pero... mmm...

- ¿Qué?

- ¿Se acuestan juntos?

James se sube las gafas.

- Ya te dije que sí.

- Ya. Claro.

Claro, claro.

- ¿A ti no te pasa, no?

James contiene la risa.

- ¿Qué?

- No sé, es que a Sirius le gustaban mucho las chicas y en fin, ¡yo qué sé!

La bibliotecaria hace callar a James con un severo "¡ssssshhh!"- Tranquilo, Pete, no voy a meterme en tu cama. Y ellos tampoco. Se pone de nuevo con su redacción. Peter tiene más preguntas. Desde cuándo, cómo es que si a Sirius le gustan las chicas ahora le guste un chico, qué es exactamente lo que hacen, si es contagioso, si lo hacen mientras ellos santa maría están en la habitación. Pero a James le parece bien, así que se supone que está bien. Aunque vaya, como raro es raro de narices.

- Peter.

- ¿Qué?

- Solo son Sirius y Remus, ¿vale?

Vale.

Sí, vale.


Marauders!Crack by Irati.







Las noches se me hacen demasiado cortas...
** "El tiempo no existe, los relojes sí." (Eso es lo que reza la foto de arriba, para quien ni siquiera intuya el italiano). **

domingo, 6 de diciembre de 2009

¿Quiénes si no...?


3/12/09


James siempre ha sabido que Sirius y Remus también eran amigos.

Pero de otra manera.

Cuando Filch empezó a decir día y noche aquello de "¡ustedes siempre merodeando! ¡Merodeando como animales, a ver qué maldad pueden cometer!", la gente empezó a llamarles "merodeadores" y empezaron a ser populares y empezaron a levantar ciertas envidias. Así que alguien debió pensar que era más fácil atacar a Remus que a ninguno de los otros. Naturalmente él nunca se había metido en una pelea y decía "qué barbaridad" cada vez que Sirius y James aparecían amoratados y doloridos. Pero las peleas se cruzaron en su camino y James recuerda ahora la desproporcionada reacción de Sirius la primera vez que la señorita Pomfrey tuvo que arreglarle la nariz a Remus. Se pasó media hora gritando "¡esos cabrones!" y juró que haría poción rompehuesos para ellos y les hechizó las camas para que les picaran durante toda la noche. Sirius arrinconó uno a uno a los responsables de aquella nariz rota y les amenazó uno a uno y solo para que no olvidaran con quien se metían si se metían con Remus Lupin les regaló un ojo morado. Uno a uno.

La diferencia siempre ha estado ahí. Sirius nunca ha reñido a Remus y, nunca ha querido pelearse con él. Lo que ha hecho ha sido interponerse siempre, entre Remus y los puñetazos que iban dirigidos a él.

Sirius fue quien propuso violar la ley mágica y transformarles en animago. Fue el primero que se animó a buscar los pasadizos hasta la casa de los gritos para ver a Remus durante la transformación. Después de una travesura Sirius siempre dice "no sé quién ha sido", excepto cuando sabe que ha sido Remus. Entonces dice "he sido yo, profesora McGonagall" y carga con la culpa. Remus siempre dice "no creo que sea buena idea, Sirius" pero siempre le sigue a donde quiera que vaya, diciendo "no es buena idea en absoluto" a lo largo del camino. Sirius pasó tres días sin dormir cuando dispararon a Remus en sexto y le persiguió durante todo quinto curso para que le dijera qué chica le gustaba y poder conseguirle una cita con ella. Cuando Sirius se enfada y amenaza con tirar abajo las paredes, Remus dice "ya basta" y a veces basta con eso. Para Sirius todo es "el jodido Peter", "el puto James", "el maldito colegio" y "la mierda de clases", excepto Remus, que es solo "Remus". A veces "Lupin", casi siempre Lunático. En ocasiones especiales, Sirius llega cansado del quidditch y se acuesta en la cama de Remus como si fuera suya y gruñe "¿qué estás leyendo?" y luego gruñe de nuevo, "léenos un poco".

James siempre ha sabido, y no entiende cómo no lo ha sabido antes, que no podría haber una chica que fuera tan importante para Sirius como lo eran sus amigos y en realidad, si se pone uno a pensar en ello, Remus nunca ha demostrado un interés por nadie como ese interés callado, constante y lobuno que demuestra por Sirius. Es un poco raro descubrir que todas esas veces que el tarado de Sirius decía "me estaba enrollando con Remus" realmente –cristo bendito- se estaba enrollando con Remus. Raro pero al mismo tiempo, ¿quién más podía ser?


Marauders!Crack by Irati.

martes, 1 de diciembre de 2009

La balada de John... y Sirius...


27/11/09


- Supongo que tendré que vestirme- propone. Y nada en la postura de su cuerpo indica que esté pensando precisamente en vestirse. - ¿Me echas una mano, Lupin?

Hay un segundo muy largo en el que Remus murmura algo que podría ser "bastardo". Luego la fachada de su control se fractura y se derrumba. Vuelve al pie de la cama y le devuelve su beso de buenos días con la promesa de buenas noches y buenas tardes y buenos besos, a cada vuelta de la esquina. Le tortura con una docena de besos, más cortos y más largos, algunos rápidos y profundos, otros detallados, acariciantes. Cuando Sirius cree que le tiene atrapado, Remus retira la boca y tiene que salir a buscarle. Besa impresionista, abstracto, barroco y luego se separa dejando a Sirius al borde de un gruñido. Muy despacio, avanza hacia su oído, murmura "todavía te noto dentro de mí", lamiéndole las orejas mientras lo hace. Añade, "todavía ardes". Se levanta, se lame los labios, "nos vemos luego", recupera esa apariencia inofensiva que no es más que eso. Apariencia. Un buen chico en clase y nadie, excepto Sirius, sabe que es un gamberro en la cama. Es un secreto que le hace sentirse especialmente posesivo.

Más te vale que nadie más lo sepa.

- ¿Sabes qué, Lupin? – Remus se gira con la puerta entreabierta. - Voy a ir a clase sin ropa. Creo que es muy injusto que el privilegio de contemplarme desnudo recaiga solamente en ti.

- Pues a mí me parece una buena política. Irreprochable, de hecho – Le lanza una camisa arrugada que lleva varios días en el perchero de la puerta. - Vístete, Black.

Le gusta más cuando le obliga a desvestirse. Pero agacha las orejas y obedece. Qué remedio. Fuera, está todo nevado y parece que toda esa blancura tan inmaculada es una llamada para el gamberrismo. Parece que la nieve dice "ven y písame, si te atreves". Sirius se calza las botas y sonríe. Nunca ha sabido resistirse a una provocación.


Marauders!Crack by Irati.





Ni él, ni yo.

Besos de Judas...


24/11/09


- ¡Oye, a lo mejor Remus sabe algo! Y no lo quiere decir porque Sirius no quiere que lo diga. Ya sabes cómo es. Correspondería su discreción con discreción.

- Sí. Eso me dijo cuándo le pregunté por un tío que le gusta.

Peter se pone a pensar. Tal vez, si elaborarán poción de veritaserum para Remus podrían sonsacarle a él. Tal vez no estaría muy bien pero si James quiero saberlo, tampoco sería tan terrible. Una travesura, sin más. O podría espiarle. Espiarle debajo de la capa y enterarse. Se le ocurren todo tipo de posibilidades, como orejas extensibles. Peter podría averiguar el nombre de esa chica y entonces James dejaría de parecer tan concentrado y sabría que Peter haría cualquier cosa por él y nunca le haría sentirse desplazado. Sí, si Peter descubriera cosas para él, James no miraría el mapa tan fijamente, ni murmuraría en voz baja qué demonios estabas pensando Canuto, para la mierda esa del beso.

Peter no sabe a qué beso se refiere.

- ¿A quién beso?

- ¿No lo sabes? – Se abstiene de decir que no puede saberlo porque nunca le cuentan nada. - ¡Me besó a mí!

- ¿Qué!

James se lo jura por Circe Poderosa y todos sus gnomos. Ostras, piensa Peter, y piensa en voz alta cuando dice, un poco aterrado si eso significa que ahora todos se tendrán que besar con todos.

- Primero Remus y luego Sirius, - exclama- ¡a ver si va a ser contagioso!

Y James se ríe y luego ya no se ríe. Se queda mirando el mapa, muy fijamente. Se ríe otra vez, un poco, como si hubiera pensado algo totalmente absurdo y le hubiera hecho gracia. Peter está a punto de preguntar qué es tan gracioso, cuando ve ese momento cristalizado en la cara de James Potter. Ese segundo en el que algo se precipita, un pensamiento que se dibuja en su mirada, como si viniera de muy lejos. Hace mella en su cara, frunce un poco las cejas.

- Ay, la ostia – dice, con la mirada perdida en eso que acaba de comprender y solo él puede ver. – No me jodas - murmura.

Peter pregunta ¿qué?, Peter pregunta "¿qué?", una y otra vez. Peter pregunta "qué" y luego "qué pasa" y luego, "¡pero qué pasa!". Y todo lo que James dice, metiéndose las manos en el flequillo es "ay, mi madre" y más "no me jodas".

- Será... – dice, sin acabar la frase.


Marauders!Crack by Irati.




¡¡Pues claro que es!!



(...)

Dificultades añadidas...


22/11/09


Así es como llegan a la cama más cercana, sudando y hablando y sin dejar de llamarse remus – ahí no, es la cama de James - sirius – la puerta. Y así es cómo deshacen la cama, hacen crujir el colchón, sudan las sábanas y las mezclan con la ropa. El contacto de la piel desnuda, la fricción. Sirius hechiza la puerta casi sin mirarla, para que no se pueda abrir desde fuera. Insiste en su nombre, Lunático, bésame y desnudo sobre la cama, lo único que puede hacer Remus es besarle, en la boca y en el cuello, oh sí, en el cuello, debajo de ese collar, donde todo sabe a cuero y sudor y Sirius. Le besa en sitios que no existían hasta que se le ocurrió besarlos. Las muñecas y dentro de los codos, con toda la lengua, mordiscos y lametones. Le besa dentro de las piernas, le besa en la media luna muscular de su estómago, le besa entre las piernas, hundiendo la lengua bajo las sábanas, para lamerle desde el culo, hasta los testículos y arrancarle un gemido. Le besa, le lame, le succiona con todas sus fuerzas porque le gustaría que se corriera diez mil veces antes del amanecer, y diez mil veces después de eso, dentro de la boca, o no, qué más da. Está desesperado, ardiendo, más caliente de lo que nadie –está seguro- lo ha estado jamás. Sirius levanta las caderas pero le suplica que pare.

Todavía hay algo que quiere decirle, y el lenguaje de Sirius solo conoce un modo.

- Di que no, si quieres pero no digas que no. – Le muerde la oreja y susurra quiero follarte, Lupin dentro del oído.

[...]

Sirius no deja de murmurar dime si te duele y casi no oye la respuesta, sepultada entre besos no me importa si duele. Remus se transforma en hombre lobo cada mes. Tiene una tolerancia alta para el dolor y casi está deseándolo porque el dolor le aliviaría, de algún modo. Tiene su propia mano para aliviarse pero no es suficiente. Nada es suficiente hasta que a trompicones, a base de intentos que no funcionan

para espera ¿así? mejor


Marauders!Crack by Irati.




Nos van a censurar por pornógrafas, a Irati y a mí. A Irati por crear estas cosas taaan calientes, y a mí por hacerlas públicas por doquier xD.


Pero... yo también quiero...



Qué gran noche la de ayer.
(...)


Ya colgaré las fotos xD son mortales, Dios xD, me lo pasé genial.



El fan art que hoy os cuelgo, no sé si está hecho adrede, si os gustará más o menos... pero no puedo resistir el impulso de colgarlo: Sirius lleva puesto un collar justo como el que describe Irati en el M!C (en un fragmento anterior al que os he puesto yo ahora). Tal hazaña, esta vez sí que puedo mencionar a la autora, es de maha16, que cuelga sus dibujos en DeviantArt y que tiene verdaderas preciosidades. Así que desde aquí, MIL gracias.

viernes, 27 de noviembre de 2009

El execrable vicio de los griegos...


20/11/09


- Has besado a James.

[...]

- He bebido quince cervezas, Lupin. Y ya has olido que esto no es tabaco. Si me drogo para intentar olvidarlo, ¿por qué me lo recuerdas?

[...]

- No te gusta James.

[...]

- No he heredado la afición de los Black por el incesto. – [...] - James es mi jodido hermano, Remus.

Lo sé. También sabe que ha llegado el momento de resolver sus dudas y preguntárselo de una vez. La pregunta es muy sencilla, en realidad. Lo que cuesta es reunir las fuerzas para escuchar la respuesta. [...]

- ¿Te acuestas con otros chicos, Canuto?

Sirius gira la cabeza y le mira por primera vez. Al contrario que él, tiene mil expresiones diferentes. Esta dice "eres gilipollas y no puedo creer que haya oído eso".

- Sí, claro – ironiza. - Me estoy follando a Snape. [...]

Remus no sabría explicar lo que siente en ese momento. [...]

- Pensaba que lo hacías.

- ¿Pensabas que me estaba follando a Snape? ¿Una calada y ya estás colocado?

- No. – [...] - Pensaba que había alguien o varias... otros chicos, no sé.

Ya está. Ya lo ha dicho. Doloroso pero soportable. Solo queda esperar a que Sirius diga algo también. [...] Imagina que va a decir algo como "pues no lo hacía, capullo". Imagina que va a enfadarse. Se equivoca.

Sirius también apaga el tono de su voz y pregunta con algo que solo puede ser curiosidad. Es uno de esos momentos. Uno de esos escasos, raros, valiosos momentos en los que Sirius deja de esconderse detrás de las bravuconadas, los insultos, la rabia y sus pataletas y se muestra tal y como es. Solo Sirius. Preguntando por qué. Queriendo saber.

- ¿Por qué pensabas eso?

Porque tengo miedo de que te canses de mí. Porque no soy suficiente. Porque deberías estar con otra persona. [...] Porque soy un hombre lobo, Sirius y no tiene cura y nunca tendrá remedio.

Tiene muchas razones. Pero da pudor confesarlas y en realidad, solo tiene un motivo.

- Porque encontré lubricante debajo de tu cama. – [...] Mirarle no es aceptable. - Y lo habías usado.

Cabreado. Ahora sí. Sí, ahora definitivamente Sirius suena algo cabreado.

- ¿Me estás tomando el pelo, Lunático? ¡Lo robé en el callejón Knocturn! – exclama. - Cuando fui con James al jodido sex shop. Solo quería saber cómo era. Ostia con la paranoia, Lupin. No me jodas.

[...]

- ¿Y cómo es? El lubricante, quiero decir.

Le da una segunda calada al cigarrillo. [...] Le mira por primera vez y no es nada, solo un momento pero ese momento le hace arder en llamas. Es eléctrico.

- Está bien – dice Sirius cogiendo el cigarrillo-. Frío. Un poco gelatinoso. – Suelta una larga bocanada. - Mejor que escupirse en la mano, la verdad.

No puede evitar una mirada que dice "Sirius, por favor".

- Eh. Algunos somos nuevos en esto, gilipollas.

Yo también soy nuevo en esto, idiota. Le gusta incluso la manera de insultarle que tiene Sirius. [...] También nota que está sonriendo. Y que Sirius, por algún motivo, se cabrea por eso.

- Eres increíble, Lunático. Vienes aquí con tu cara de "mira qué bueno parezco" y me acusas a mí de tener un harén lleno de tíos, cuando te oí perfectamente hablar con Lily antes del baile. No pongas esa cara. La escuché perfectamente decirte que no tenías que conformarte con tener sexo conmigo cuando podías tener a algún otro estúpido gilipollas come almohadas leyéndote poemas de amor.

El baile. Le oyó hablando con Lily antes del baile. [...] Puede que sea amor, maldita sea. Pero no puede evitarlo. Le tiembla todo el cuerpo, le sale la risa del fondo del pecho.

- Remus, ¿te estás riendo de mí?

De nosotros, Canuto. Me río de nosotros.

- No hay otro chico, Sirius. No hay otros chicos.

Siempre fue él. Siempre será él.

[...]

- Eras tú, Sirius. De quien hablaba con Lily.

- ¿Yo? – [...] - ¿El que quieres que te lea poemas? ¿Yo?

La imagen es lo bastante graciosa para arrancarle una sonrisa involuntaria.

- ¿Y escuchar cómo destrozas a Yeats con tus impertinencias? No creo, Black. – Traga saliva. - Pero eres tú. Aunque te asuste.

[...] Posiblemente podría morirse si llora delante de Sirius por confesarle algo tan sencillo como te quiero. Posiblemente no se va a morir porque casi seguro, eso que está sintiendo, es un beso. Y nadie se muere por un beso, aunque tal vez sí, con un beso de Sirius. No es acelerado y áspero, no es sexual y jadeante como suelen ser sus besos. Es lento, despacio, casi con miedo de romperle. Es espectacular y le deja con ganas de más. De mucho más. De todo lo demás

[...]

- Soy Gryffindor, capullo, y soy Sirius. Así que no me asusto de nada. – [...] - Y menos de ti, - [...] - que eres un enclenque. [...] Y eres Remus dice.


Marauders!Crack by Irati.




Estoy enamorada de este fragmento... =)

Gracias, gracias, gracias.


15/11/09


Uno de los mejores días de mi vida. Y fue gracias a todos vosotros. Os quiero.

Un cumpleaños maravilloso...


11/11/09


Estaba esperando a ver si Elena subía todas las fotos que faltan, pero en vista de que está esperando a poder tener una conexión estable, actualizo.

Pues tengo poco que decir, la verdad, pero estoy encantada. Muchas gracias por haber venido, Manu, gracias por estar ahí cada vez que os necesito, chicos, y ojalá hubieseis estado conmigo en tan feliz día los que faltabais =(. Me lo pasé en grande, fue un fin de semana de experiencias increíbles.

Os quiero.

Me he dado cuenta de que tengo unos FRIENDS fantásticos.

Secretos (in)confesables...


4/11/09



- Creo que no sé bailar.

Lo dice balbuceando y lívido. Y Lily se ríe. Un destello de felicidad improvisada que ilumina todo el salón. Da un paso hacia él, levanta los brazos y aunque James no sabe muy bien qué ocurre en ese momento, el hecho es que están bailando, él y Lily Evans. Deben estar imprimiendo una edición especial de "El profeta", en alguna parte. Es raro que la gente parezca inalterable. Es raro que el mundo siga su curso. Y es raro que Lily y él se muevan sin tropezar o caerse. Siguiendo el dictado del piano mágico. James tiene una mano al final de la espalda de Lily. Hay un hueco ahí, justo ahí, que parece echo exactamente para encajar con la largura de sus dedos. Se siente un poco mareado. Pero sigue sin tropezar. Todo un logro.

- Tu pregunta estaba mal. – Habla muy bajito. Dulce y realmente bajito. Tanto que se atreve a acercarse un poquito más. Apura la distancia entre sus cuerpos. Se acerca a su cara. Lo milagroso es que Lily le deja hacerlo. - Cuando me preguntaste si quería que me besaras. No, James, no quería que me besaras.

La interrumpe diciendo que ya lo sabe y tiene pensado repetir su discurso de que pueden ser amigos.

- Santo Dios, Potter. Intento decirte algo. ¿Es que no sabes estar callado?

Cuando Lily se enfada, se le marca una vena en la frente.

- No- sonríe James, mientras la hace girar aprovechando una señal en do sostenido. - Pero puedo aprender. Si tú quieres.

Procura mirarla a los ojos. Casi nunca los tiene tan cerca y son más verdes así, a tan poca distancia. Le inspiran para hacer cosas bonitas. Para ser mejor.

- Tienes que dejar de hacer eso, James. – Cuando le pregunta el qué Lily especifica que eso, todo eso. – Eso de intentar adelantarte siempre a lo que quiero. Eso de no dejarme espacio para saber qué es lo que quiero, en realidad. Eso de asustarme teniéndolo tan claro. Eso. Tienes que dejar de hacer eso.

Ah, eso.

Asiente y miente diciendo "vale, eso, claro". Realmente no cree que sea capaz de hacer eso, porque básicamente eso es lo único que sabe hacer. Porque si eso es tener claro que la quiere y si eso es intentar complacerla y hacerla feliz, entonces dejar de hacer eso va a ser bastante más complicado que traerle agua de la luna.

- ¿Cuándo tiempo duraba el veritaserum?

- Tres horas. O algo así. Seguramente todavía funciona.

- Entonces pregúntamelo otra vez.

Tarda una décima de segundo en comprender qué quiere que le pregunte y no entiende por qué se lo pide. Pero lo hace. La misma pregunta.

- ¿Querías que te besara en la despensa de los elfos?

- No – vocecita diminuta. Quebradiza. Se muerde el labio inferior, deja las marcas de los dientes. Suspira y el agujero entre sus clavículas, ese sitio inexplorado y maravilloso, se hace más hondo y mejor. – Quería besarte yo, James.


Marauders!Crack by Irati.




No me digas eso en mitad de la noche, como si te notara susurrando en mi oído... Yo también los necesito...


¡¡Pero qué ganas, madre mía!! ¡¡Parece que esté deseando ser un año mayor, pero es que si lo empiezo con tan buena compañía, no es de extrañar!! xD ¡Tengo ganas de que llegue el sábado!





**Gracias, gracias, gracias.**

Los mejores besos se dan sin razón aparente...


1/11/09



Una cosa que hay que decir de los besos, es que son mucho mejores cuando se dan por los motivos adecuados pero incluso cuando se dan por los equivocados, suelen estar bastante bien. Especialmente si los da Sirius Black.


Marauders!Crack by Irati.



Qué bien me lo pasé esta tarde =).

Xavi, gràcies per tot.

Bueno, no sé si os he hablado de Gabriel Córdoba y los Kuentaké, pero hoy os hablo también de Juja. Por favor, si tenéis oportunidad, vedlos. Por Youtube, en directo, en sus páginas oficiales... como queráis, pero por favor, yo me he reído con ellos de lo lindo.

(...)

Os dejo las webs de los antes nombrados, aunque tengan sólo fragmentos de las representaciones, pero os hacéis una idea xD:




Son geniales.



¡CON GANAS DE FINDE!

jueves, 29 de octubre de 2009

Disparar a matar...


29/10/09


- Canuto, ¿has oído eso?

Sí.

Pero no le salen las palabras.

- Estaban hablando de ese chico.

A Sirius le pitan un poco los oídos. Un poco. Como si fuera a caer enfermo.

- ¿Qué?

Y de pronto está sudando y es como si todo lo que dice James llegara de muy lejos, realmente muy, muy lejos. Le cuesta prestar atención.

- Ese chico del que Remus está enamorado, ¿no lo has oído?

Sí.

Sí, lo ha oído. No sabe por qué porque preferiría no haberlo hecho pero lo ha oído perfectamente.

- Sirius, ¿te quieres mover?

No.

Quiere quedarse allí, quieto, tan quieto que no tenga que respirar, ni volver a hacer nada, o a sentir nada. Se le ha revuelto el estómago o eso cree porque nunca le había pasado antes. Se comió un pavo entero una vez en navidad y no sintió nauseas. Ahora cree que podría vomitar. Vomitarle a alguien, si es posible. A Remus, probablemente.

O casi mejor a ese chico del que hablaba Remus con Lily. No deja de escucharles. En su mente. Las tres frases que ha oído le dan vueltas.

- Le quieres – dice Lily. – Díselo, Remus. Sé sincero.

- ¿Y si...?

- Remus –le interrumpe-, no tienes por qué conformarte con una relación basada en el sexo. Así que no te conformes. Te mereces más de lo que tienes ahora.

Más que él.

Sí, claro. Claro, sí. Remus se merece lo que él quiera. No solo sexo. Claro. Sí. Y le quiere, a alguien. Bueno, a un chico. ¿Y por qué va a conformarse con sexo con Sirius cuando podría tener algo más con otro? Lily tiene razón, qué tontería.

- Canuto, joder, ¿vamos o no vamos?

- No.

Sale de la capa sin preocuparse de que alguien pueda verle. Le arde el pecho. Un dolor, una presión dolorosa. Tan dolorosa de hecho, que no para de gemir, que le amenaza con hacerle añicos por dentro, hasta que Sirius reacciona y convierte ese dolor en la única sensación con la que está acostumbrado a enfrentarse.

Rabia.

Así que Remus quiere a otro. No sabe quién. Daniel, probablemente. Así que solo sexo. Quería hablar con él, antes del partido. Probablemente para decirle "ha estado bien, me encantaría que siguiéramos siendo amigos pero no podría conformarme contigo, Sirius, compréndelo".

Sí, claro.

La rabia le asfixia, como una enfermedad vírica. Sirius es inestable en condiciones normales. Sentirse engañado por Remus no son condiciones normales, sino un estado de excepción sin precedentes.


Marauders!Crack by Irati.



**El fragmento, aunque lo parezca, no está escogido a propósito, ha coincidido, te lo juro.**

Gestos que lo dicen todo...


25/10/09


Le odia –a Daniel pero no puede pensar en su nombre- como no odia en ese momento ni a su madre. Tan rubio y tan anatómicamente perfecto, con sus perfectos ojos azules y su perfecta sonrisa radiante y siempre con la palabra perfecta y la conversación ideal. Les encandila a todos, ese gilipollas y Sirius le odia tres veces por segundo, del derecho y del revés. Odia la manera en la que James le invita a formar parte de la conversación, haciendo gala de todo su encanto, siendo el anfitrión perfecto, haciendo las presentaciones. ODIA que Peter se haga pis encima de la emoción con sus trescientas mil anécdotas sobre lo estupenda que es América. Odia a América Y PUNTO. Odia lo inteligente que es, cómo se hace con las conversaciones con ese sibilino carisma Slytherin. Le odia y odia que su odio sea palpable y tan evidente que Remus parece incómodo.

Te jodes.

Lo que más odia es a él. A Remus. Le odia porque ATIENDE a Daniel y se ríe con sus chistes –que son graciosos pero ésa no es la cuestión- y parece completamente fascinado cuando Daniel habla de su estúpida visita al estúpido Boston y sus estúpidas bibliotecas que aparentemente no son estúpidas para Remus. Ni Boston, ni San Francisco y ni siquiera la estúpida Nueva Orleáns con su estúpido Jazz. Nada de eso le parece estúpido al estúpido de Remus. Estúpido.

- Siempre he querido visitar Nueva Orleáns – tiene la desgracia de decir. Desgraciado.

- Te encantaría, Remus.

Es que ¡ODIA! cómo dice su nombre. "Te encantaría, Remus". Como si le conociera o algo así, o supiera lo que le gusta. Subnormal. Seguramente sí que sabe lo que le gusta. Como el nombre de un montón de cantantes de jazz y dónde están las mejores bibliotecas. Y un montón de cosas más de las que Sirius no tiene ni idea. Gilipollas. Besó a Remus, en aquel puente. A saber cuántas veces. A saber qué hicieron y cómo y cuántas veces y aaarrg, se enferma si piensa en ello, ¡gilipollas!

James le pregunta si va a quedarse al baile.

- No pensaba hacerlo. No sabría decirte, James.

¿Qué es, tonto? No es tan difícil decir sí o no. ¡Es que es gilipollas! Cómo no ve todo el mundo lo tonto que es. Resulta incomprensible cómo no les repugna tanta belleza y tan interesante conversación y esa actitud de "oh, mira, me pegaron en el colegio, así que soy una especie de héroe, ¡adoradme, adoradme!".

- Cuánta indecisión, Daniel. Dínoslo si podemos hacer algo para que te decidas -. Para que se decida a marcharse, naturalmente. – Aunque me extraña que quieras quedarte, después de lo que te pasó. Debe traerte malos recuerdos. Saber que todavía posiblemente siguen aquí, los mismos que te atacaron. Escondidos en cualquier rincón. No puede ser fácil. Sabiendo que seguramente quieren volver a hacerlo.

Su voz le recuerda a alguien.

A la bruja de mi madre.

Se hace un silencio gélido en la mesa. Un instinto de mortificación obliga a Sirius a mirar en dirección a Remus. Se encuentra exactamente lo que esperaba. Una mirada seria de reprobación que le sacude de la cabeza a los pies, le hace odiarle y odiarse a sí mismo por ello. Incluso James parece incómodo y hace ruido con la cuchara mientras busca cambiar de tema. Daniel deja que la perturbación de su mirada se note solo durante un instante, que pasa fugaz y sin dejar huella. Recupera inmediatamente la compostura y con diplomacia, incluso con un tono de voz amistoso, da un sorbo a su zumo y trata a Sirius con mucho mayor respeto del que sabe que merece.

- Trato de no pensar en ello, aunque no sea fácil.

Le odia. Su estúpida manera de no entrar a la batalla. El hecho de que demuestre ser mejor que él. Le odia con todas sus fuerzas, como si se odiara a sí mismo, a través de sus atractivos ojos azules.


Marauders!Crack by Irati.




Me encanta ese fragmento, es una de esas escenas que ocurren, a veces, con frecuencia.


¡¡No!! ¡¡Ya no te odio, gélidos ojos azules impenetrables!! Toomaaa, ¡soy felizzzzz! xD En el 2011, más xD. (Cosas mías xD).

La foto, la continuación de la secuencia de la anterior xD, Tamara echándose encima de mí xD. Gracias a la fotógrafa /fundidoinvisible (Laura) no son dos fotos preparadas, simplemente estábamos hablando, se dio la escena, y ella tenía la cámara a punto ^^.

Miradas que insinuan...


23/10/09


Daniel no está tan seguro. Invitar al pasado a la cena, es a menudo sentar a la mesa a los problemas que deberían quedar enterrados.


Marauders!Crack by Irati.



Por suerte, muchas veces, el pasado rechaza la invitación o, si la acepta, se está calladito sin molestar. Hacía casi nueve años que no aparecía. Y tuvo que llegar ahora =S.





¿Sabes qué? Que estabas, no guapa, Tamara, cariño, preciosa. Que te quiero más que a nadie en el mundo, que eres lo mejor que ha podido pasarme. Que lo que ponía en la carta, es la realidad, igual que la poesía de mi madre. Que eres como mi hermana, mi niña, que daría mi vida por ti. Y ahora, con la princesa de la casa, con la pequeña de mis ojos, más aún. Esto no va a estropearse nunca, te lo prometo.

En la foto, Tamara y yo, en Fallas. Hecha por /fundidoinvisible (Laura). La próxima actualización, la continuación de la secuencia xD.

Amistades peligrosas...


21/10/09



Sirius se queda un segundo en la puerta. Mira a ambos lados del pasillo, tira de su bufanda, le atrae hacia él. Parece que va a darle un beso y no, en el último momento cambia de opinión con una sonrisa malévola. Le lame todo el puente de la nariz, como lo haría un perro.

- Me gusta tu nariz, capullo.

Esa sonrisa. Esa energía. Siempre será su perdición.

- Y tu cara… de verdad que no está mal.

Sirius le da un golpe afectuoso en el pecho, sin soltar la bufanda.

- Maricón.

- Gilipollas.

Le llaman desde dentro y Sirius grita, "¡voy!". Remus camina hacia atrás, sin dejar de mirarle. De un extremo de la bufanda, Sirius se agarra a él, y tal vez le gustaría que tirara y no tener que marcharse.

- Felicidades por el partido, Canuto.

- No te gusta el quidditch.

- Pero me gusta verte jugar.

Por la manera en la que Sirius sonríe, se diría que no le han felicitado nunca.


Marauders!Crack by Irati.




(...)


Un beso para todos, aprovechando =D.

Si no fuera por vosotros...


18/10/09


James ha oído que se refieren a él como el mejor jugador de quidditch que ha visto nacer un siglo entero y cuando le preguntan cómo lo hace, nunca sabe explicarles que no lo hace él, sino esas voces que le acompañan y silencian todo lo demás. Los leones le hacen ganar. Mil ojos, cientos de brazos, todos esos ánimos.

- ¡Que comience el partido!

Ellos son los que le dicen cómo elevarse, cuál es la posición desde la que verá la snitch antes que nadie, ellos le avisan de que la bludger se dirige hasta su posición y tiene que volar en una ese acrobática para esquivarla, dejar que avance y mandarla directamente hasta Sirius, que la golpea y la encaja en la portería contraria, rugiendo y aullando.


Marauders!Crack by Irati




Pues eso, gracias por los ánimos.
Y a ti, especialmente, preciosa, por la noche de ayer... Te quiero, nena ^^.


En la foto, el autógrafo de mi Viggo Mortensen xD.

El amor en los tiempos de quidditch...


14/10/09


Os prometí foto del autógrafo, pero no he llegado a casa todavía, mañana en cuanto se la haga. Por el momento, tenía ganas de actualizar con algo del Crack.

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Y allí está, en lo más alto de la torre. Remus, poniéndose el abrigo para salir. Sorprendido de verle.

- ¿Sirius, te has olvidado algo?

Se ahorra una contestación. Casi no puede respirar después de haber subido tantos pisos corriendo. Toma aire apoyando las manos sobre las rodillas y cuando consigue levantarse Remus se ha puesto el abrigo, le mira con una pregunta en los ojos. Alto y desgarbado, con las manos en los bolsillos, donde guarda siempre algo de chocolate.

- Verás – dice tomando aire, - me voy a la guerra, Remus. A lo mejor no sobrevivo.

- Un partido de quidditch difícilmente se puede comparar a la guerra, Canuto.

- Eso demuestra que no sabes nada sobre el quidditch.

- O que tú no sabes nada sobre la guerra.

Una de las cosas que más le gustan de Remus es que en siete años, jamás le ha dejado ganar una discusión sin dar la batalla. Podrían pasar horas discutiendo y serían las mejores horas de su vida.

- Remus, ¿es que no prestas atención cuando juego? McGonagall cree que soy demasiado temerario para la liga profesional y le oí decir a Dumbledore que no deberían dejarme jugar porque me acabaré matando contra las porterías. Créeme, morir durante el partido es una opción. Prácticamente se puede decir que estás ante un general antes de su última batalla.

Remus se acerca caminando con ese andar otoñal. Parece tremendamente divertido por su inminente y trágico final.

- Muy bien, vas a morir – le habla como a un niño pequeño que requiere de demasiada paciencia. - ¿Qué quieres, Sirius?

Tira de su abrigo.

- Esto.

Un beso musical, lánguido, la lengua separando los labios, derritiéndose hacia la garganta, un beso lleno de promesas que dice "estaré aquí cuando vuelvas" y provoca que todo su cuerpo se ponga a cantar, vibrando con las ganas de más. Los labios de Remus se curvan de manera exagerada y besan con idéntico y exagerado talento artístico. El beso sabe a rosas con espinas, les deja llenos de saliva y jadeando.

Cuando se separan hay un peso distinto en sus párpados y un perfume inconfundible en la habitación. A chica.


Marauders!Crack by Irati.

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Necesito sentir ya tu perfume inconfundible, princesa, te echo mucho de menos.



¿Debería empezar a preocuparme? =S Rayándome, quizás demasiado.



(...)


**Necesito que me dejes llorar un poco sobre tu hombro... Te quiero...**

¡¡Viggo, tómame!! xD


12/10/09


No hay más palabras. Sitges, Sitges, Sitges. Viggo, Viggo, Viggo. Autógrafo, mil fotos, y Esther en modo flan: piernas y manos temblando que no acertaban a darle al botón de hacer fotos de la cámara xD. En fin: un amor de persona el señor (51 años... ¡¡51!! Y parece que tenga muchos menos xD), se portó como un rey.

Bueno, la foto la hice yo, como veréis oscura y un poco movida por mis temblores, pero ahí vale, mañana os colgaré el autógrafo xD. He salido varias veces en la prensa xD (estaba justo enfrente de las cámaras xD). Y bueno, por allí también aparecieron los de Rec2, el hijo de David Bowie, los de The Moon, los de Zombieland, el señor Bayona, Pilar Rubio... y mil más.

¡¡Experiencia increíble!!

Suéñame...


8/10/09


Mecánico.

Pero no siempre.

Algunas noches cuesta un poco más. Su cuerpo quiere pero parece haber olvidado cómo y cuanto más lo intenta es peor porque lo único que consigue es frustrarse. El problema es que una vez que ha empezado ya no lo puede dejar, y le resulta imposible dormir si no llega al final. Se siente llena de energía y a veces incluso al borde de las lágrimas y necesita descargarse.

Algunas noches, como esta, una tiene que ayudarse con algo más que los dedos resbalando dentro de las bragas.

Las fantasías sexuales tampoco tienen nada de malo. [...]

[...] ¿No?

Sí.

Sí, se lo repite a sí misma. No tiene nada de malo. [...]

[...] Piensa cosas normales, que pensaría cualquier chica de diecisiete años. Piensa que está en casa y sus padres no están y Petunia ha salido y ella invita a un chico. El chico la besa en el sofá y murmura en su oído que sus padres pueden volver en cualquier momento. Pero al mismo tiempo, le sube la falda y le baja suavemente las bragas. [...]

[...] Lily se deja llevar por esas imágenes que sabe que son idiotas pero inofensivas y todo resulta más fácil. Nota un peso en el estómago, calor en la cara, ganas de abrir las piernas un poco, humedad bajo la ropa interior y que sus dedos resbalan con mayor facilidad. [...]

[...] Necesita acabar y necesita acabar ya, así que piensa. Que no está sola en la cama, que no son sus dedos, que no son dedos, sino una lengua, que esa lengua es fuerte y hábil, y le hace lo mismo que están haciendo sus dedos, pero mejor, más real y más húmedo y más íntimo, mucho, mucho mejor.

No pasa nada si en un momento, en ese primer espasmo que todavía no es un orgasmo pero si la antesala de un placer largo y palpitante, esa lengua pertenece a un chico y ese chico tiene un rostro familiar y una cara abofeteable y una sonrisa gamberra y el ego del tamaño del Yukon. Porque es solo un momento, cuando se deja llevar y resbala los dedos dentro del cuerpo, un instante y luego la cara ya no es de nadie y Lily se contrae y le baila todo el cuerpo y ya no piensa en nada.

Excepto en dormir.

Antes de conciliar el sueño, recupera la respiración, oye el ulular de las lechuzas y se convence a sí misma de que no tiene por qué sentirse ni culpable, ni confusa porque podría ser de cualquiera esa cara imaginaria y qué si es suya, tal vez.

Solo son fantasías. [...]

[...] En la mente de Lily, su chico desconocido de cierto parecido físico con alguien innombrable se lame los labios y la besa deslizando la lengua suavemente en las curvas laberínticas del cuello.


Marauders!Crack by Irati.




Fantasías...