lunes, 22 de febrero de 2010

Escalofríos...


17/02/10


Es como si las palabras de Alphard Black siguieran sonando, mucho después de haberse despedido de él con apretones de manos y gesto sombrío.

Se oyen cosas en la calle, muchachos les ha dicho. Cada vez más cosas.

La estación es un hervidero, ir y venir de gente. Vuelven de sus trabajos, se marchan a sus oficinas, llegan de casa, salen de viaje. Parecen distraídos, ocupados. Algunos van con prisa, otros llegan retrasados. Miran, ven, eligen un tren.

Ninguno parece saber nada de una inminente guerra.

Muggles, sangre sucias, siempre ha estado ahí esa basura contra ellos pero ahora es distinto. Se los prohíbe la entrada a los mestizos en varios del callejón Diagon. Están pensando cerrar Relaciones Diplomáticas Muggles en el Ministerio.

El tren que tienen que coger les lleva a casa de James. Un sitio seguro y confortable donde pasar los últimos días de vacaciones antes de incorporarse al curso. El único problema es que ninguno de los tres siente que ir a casa sea una buena idea. ¿Cómo ignorar lo que han sabido?

¿Cómo seguir actuando como si no lo supieran?

Ha habido ataques a los muggles. Los burócratas lo ocultan pero son cada vez más numerosos.

- No creo que Lily lo sepa – dice James, dejando el resto del sandwich en el asiento. – No creo que ella se haya dado cuenta.

Dicen que hay alguien detrás de todo esto y que pronto se dará a conocer. Alguien con poder.

Remus y Sirius le miran. En el andén ocho sale el tren a Susex. En el siete hay un expreso para Manchester. Será fin de año en unas pocas horas. Da buena suerte besar a alguien en fin de año. Si la guerra se acerca, hará falta mucha buena suerte.

- Coge ese tren, James.

Sirius está de acuerdo con Remus.

- Sí. Quién sabe cómo será el próximo fin de año, tío.

- ¿Y vosotros?

- Pasa de nosotros, Cornamenta. Y coge el cochino tren.

Siempre ha tomado decisiones rápidas. James se levanta, les dice "gracias, tíos" y en treinta segundos ha atravesado el andén como si cogiera la snitch más rápida de su vida. El expreso de Manchester le saca de Londres y le lleva al único sitio que tiene sentido, si realmente, si de verdad la guerra va a empezar.

Los que hablan de él, le llaman el Señor Oscuro. No les gusta decir su nombre. Pero algunos lo dicen.

[El tío Alphard mira a todas partes, agacha la cabeza, levanta la mirada. Pronuncia el nombre del enemigo oculto]

Voldemort.

No hay ninguno de ellos que no sienta un escalofrío al oírlo.

Es 31 de diciembre de 1976. Los historiógrafos magos lo llamaran con el tiempo "el año anterior a la guerra".

- ¿Qué vamos a hacer ahora? - pregunta Remus cuando ve marcharse el tren.

- Vamos a ver amanecer en Londres – anuncia Sirius, sin sombra de duda.

- ¿Amanecer? No va a amanecer hasta mañana.

- Con un poco de suerte, Lunático, nunca será mañana.

Remus siempre ha pensado que hay poetas y soldados. Ahora que se huele una guerra que se anuncia inclemente, empieza a pensar que en el corazón del guerrero, es donde se esconden los verdaderos poetas.


Marauders!Crack by Irati.






Es uno de los fragmentos que más pena me da y más me hace llorar después de incluso diez o quince leídas...


Esta tarde tengo examen de laboratorio, y ayer me dieron una noticia que aún no pude digerir. Y, ¿sabéis?, aún creo en las casualidades. Y en que, San Valentín fue bonito aunque lo pasara sola, porque saber que aunque no estés con nadie, nunca dejarás de estar sola, aún en la distancia, reconforta muchísimo =). Gracias, chicos.



Necesito un café y hablar.

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