28/09/09
Camino al comedor, se encuentra con una de esas desagradables visiones que uno se ve obligado a soportar cuando estudia en Hogwarts.
- Aparta, Lucius, que voy con prisa.
Malfoy y sus perros fieles ocupan casi todo el pasillo. Es una pena que sea hora de cenar porque la idea de partirles la cara para entretenerse es tentadora. Romper la armonía perfecta de esa expresión gélida, ah sí, qué bien suena. Lástima que sus tripas rujan tanto y esa voz idiota, sospechosamente parecida a la de Remus le diga "no merece la pena".
- ¿Vas solo, primo? Los zarrapastrosos de tus amigos deben echarte de menos.
La voz, el asqueroso acento de lameculos pijo de mierda que Sirius se afanó en borrar de su propia forma de hablar en cuanto tuvo uso de razón, todo le pone ENFERMO. Sería tan, tan fácil aplastarle la nariz contra el cráneo.
- Sinceramente, Lucius. Un consejo, ya que somos familia. Tanto pensar en mí mientras te la sacudes, no puede ser sano.
Casi peor que un puñetazo. Malfoy muda de expresión, se llena de ira en su forma más pura. Llamea en su mirada. Se queda lívido.
- Que te follen. A dos palmos de su cara, Sirius huele su rabia y se relame en ella.
- Me lo estoy pensando, primo – le humilla como mejor saben hacer los Black, dándole una palmada en el culo- pero ya te mantendré informado.
Y sale de allí con grandes zancadas. Los débiles soplidos de viento que llegan desde el exterior a través de las rendijas en las ventanas, se huracanan a su paso y murmuran, míralo, es la oveja negra de los Black.
Marauders!Crack by Irati.
Qué genial.
¿Tú crees?
¡¡Feliz!!
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