3/03/10
Era uno de tantos días en que cada vez que la miro, los ojos me brillan y me dan ganas de decirle cuánto la quiero cada cinco segundos. No lo hago, no se lo digo tan a menudo, pero lo sabe. Sabe que la quiero como a nadie, y que me muero si le pasa algo algún día. Estaba preciosa, más de lo que alcanzo a describir =D. La foto habla por sí sola.
El disfraz es la evolución. Si os fijáis en los circulitos de foam blanco, está la cadena que siguió la vida hasta llegar a como es ahora. Molaba un montón.
Y bueno, hoy es el cumpleaños de mi madre y no puedo decirle más que gracias porque ya es uno más para ti. Y que te quiero muchísimo, ma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario