No te fíes si te juro que es imposible
no dudes de mi duda y mi quizás
el amor es igual que un imperdible
perdido en la solapa del azar
La luna toma el sol de madrugada
nunca jamás quiere decir tal vez
la muerte es un amante despechada
que juega sucio y no sabe perder
Estoy tratando de decirte que
me desespero de esperarte
que no salgo a buscarte porque se
que corro el riesgo de encontrarte
que me sigo mordiendo noche y día
las uñas del rencor
que te sigo debiendo todavía
una canción de amor.
No corras si te llamo de repente
no te vayas si te grito piérdete
a menudo los labios más urgentes
no tienen prisa dos besos después.
Se aferra el corazón a lo perdido
los ojos que no ven miran mejor
cantar es disparar contra el olvido
vivir sin ti es dormir en la estación.
Quiero saber el por qué. Igual luego me arrepiento, pero quiero saberlo.
Cerré la boca de golpe y lo miré. No, ésa no es la palabra... Lo examiné. Lo miré a los ojos. Y él a mí también. Nos quedamos como en Fallas, desafiándonos con la mirada, a ver quién de los dos la retiraba primero. Y la faltó tiempo para recorrerme entera aun dentro del coche, me desnudó con los ojos, y os juro por mi vida que no fue una ilusión mía de chica que necesita que cierto chico la mire, no. Igual que en Fallas, qué coño, ¿no puede mirarme a mí? ¿No puede alguien fijarse? No soy un cuerpo, pero soy una mente y un carácter. Y, ¿por qué no? Parece mentira, pero no todos los tíos buscan un polvo más. O sí, pero es que con él no me importaría serlo.
Al caso, que le faltó tiempo para provocarme con la mirada, como diciendo, "Baja del coche y vente conmigo". Seguimos mirándonos hasta que nos perdimos de vista. Y vosotros os preguntaréis por qué leches protesto si lo que quiero lo estoy consiguiendo, primero en Fallas y luego anteayer. Pues sigo quejándome porque no me da la gana que cuando va solo me coma con la vista y cuando va con los amigos agache tantísimo la cabeza que parece que vaya a tocar el suelo con la frente, joder.
Ayer, Tamara y yo en el centro comercial, saliendo de H&M nosotras, entrando Toni y dos amigos más, el Piolín y el Scottex. Me dice Tamara, "Mira". yo miro y veo al Piolín y al Scottex y el último a Toni. Y cuando nos ve, ¡agacha la cara! Hombre, ahora que lo pienso y recapacito, él debe pensar lo mismo que yo, porque cuando voy a mi aire o sola, lo saludo y lo remiro y cuando voy con gente, por miedo al ridículo, no le digo ni una palabra y bajo la mirada, pero ése no es el caso. Yo sé que yo lo hago porque me da vergüenza, pero, ¿y él...? ¡Si seguro que no tiene vergüenza ni la conoce!
Dice Ricky, "Dile que te gusta, ¡el no ya lo tienes!", pues no es tan fácil, y creo que prefiero quedarme con la duda de por vida que despejarla y que él me diga que ni de coña quiere nada conmigo, vamos, me da el cuqui allí mismo. Y anteayer, como una tonta, como siempre en la historia, es la pava de turno la que acaba llorando al ver las tristes expectativas que tengo con él... Lo que hace falta la autoestima, Dios...
Ahora, mientras escribo esto, escucho, cómo no, a Joaquín Sabina, y la canción "Todavía una canción de amor" me recuerda mucha a esta historia. Quizás no tenga nada que ver, pero... Pero es que, faltaba Manu de por medio, con la canción "Rosas" de La oreja de Van Gogh, y Sergio, hablando de su ex y de Javi en su coche..., para recordarme más cosas... Son dos nombre que no he dejado de repetir en sueños durante tres años... Son muchos meses, muchos más días, bastantes horas y demasiados segundos pensando en ellos cuando no hay nada que hacer...
En fin, me callo ya. Arriba tenéis la canción del mejor poeta, Joaquín Sabina, y aquí al final, la de La oreja de Van Gogh, siento el rollo.
En un día de estos en que suelo pensar
“hoy va a ser el día menos pensado”,
nos hemos cruzado, has decidido mirar,
a los ojitos azules que ahora van a tu lado
Desde el momento en el que te conocí
resumiendo con prisas Tiempo de Silencio
te juro que a nadie le he vuelto a decir
que tenemos el récord del mundo en querernos.
Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
Y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
donde los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice "quieta, hoy quizás sí..."
Escapando una noche de un bostezo de sol
me pediste que te diera un beso.
Con lo baratos que salen mi amor,
qué te cuesta callarme con uno de esos.
Pasaron seis meses y me dijiste adiós,
un placer coincidir en esta vida.
Allí me quedé, en una mano el corazón,
y en la otra excusas que ni tú entendías.
Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
Y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
donde los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice "quieta, hoy quizás sí..."
Y es que empiezo a pensar
que el amor verdadero es tan sólo el primero.
Y es que empiezo a sospechar
que los demás son sólo para olvidar...
Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
Y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
dondé los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice "quieta, hoy quizás sí..."