Un día de estos voy a volverme loca. Tócate las narices, ¿qué hago yo soñando con el Asun? Venga, va, la noche del 4 patiné pero sobre una pista de hielo muy larga, me pasé tres pueblos. Si hubiese soñado con Toni, vale, ¿pero con Alberto? No es la primera vez que me pasa pero es que el viernes me desperté partiéndome el culo por lo surreal que era el sueño. A ver, voy a contarlo tal y como yo lo recuerdo, así que no aseguro nada de orden.
De repente, íbamos mi madre y yo en coche por la calle de mi abuelo, para llevarle la cena, supongo que sería *se encoge de hombros*, y de repente nos cruzamos con el todoterreno y el Honda Accord de Alberto. Yo los veo y sonrío –parece que desde el primer momento en el sueño me caía bien-, y cuando giramos a la derecha y nos metemos en otra calle (que por cierto, esto no tiene sentido porque si no, volverías a salir al mismo sitio… pero bueno, nada de lo del sueño tiene sentido xD) y lo vemos andando en dirección contraria a nosotras, por lo que nos ve de frente, nos reconoce y nos saluda (con mi madre, unas confianzas que no veas…). Iba guapísimo, el pelo más larguito de lo que lo tiene (dejado crecer, que no a melena, a ver si nos entendemos xD), gafas estilo mosca (grandes y fashion, ¡jaja!), una camiseta azul de manga corta con la imagen de una vespa antigua delante, y unos vaqueros descoloridos que tapaban parte de las deportivas azules que llevaba.
Le digo a mi madre que pare y lo hace, me asomo por la ventanilla y le grito en valenciano (por supuesto con el Asun, hablando siempre en valenciano, hasta en sueños xD) si lo llevamos a algún sitio. Me dice que vale, que lo llevemos a casa. Monta en el asiento trasero, se inclina hacia delante, le doy dos besos y ahí acaba la primera parte.
De repente, empieza la segunda parte. Un montón de gente en mi buhardilla (una buhardilla en que apenas caben cuatro personas en cuatro colchones ¬¬’), entre esa gente, Tamara, Marta (la novia de Alberto), Alberto y muchas, muchas personas a las que yo no conozco y que parecen ser amigos de Marta y Alberto.
Alberto viene hacia donde yo estaba hablando con Tamara y me coge del brazo, llevándome con él. Sonríe y yo sonrío, parece ser feliz y estar pasándolo bien. Me lleva enfrente de Marta y me la presenta. Ella es la mar de simpática, y comienza a decirme que tenía ganas de conocerme porque Alberto le había hablado mucho de mí O_o (*le da el cuqui y se queda muerta*). Y, a partir de ahí, empiezo a hablar con la gente y eso. Qué fuerte. A cuadros me hallo todavía, porque no soy amiga de Alberto y porque Marta me odia profundamente xD. A ver si lográis desencriptarme.
Un beso. ¡Hasta el próximo post!
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